Los Óscar de este año contarán con un filme sobre un baterista con pérdida auditiva que aspira al galardón de mejor película, un documental nominado que explora un campamento hippie para jóvenes discapacitados y un guiño a la primera película protagonizada por un actor sordociego.

Es un paso adelante para la representación de las personas con discapacidad en Hollywood, dijeron a la AFP cineastas nominados, pero un avance al que debe seguir un trabajo continuo para evitar que sea un hecho anecdótico en nuestras pantallas, como ha ocurrido antes.

Hasta ahora, los productores de Hollywood “no han hecho un muy buen trabajo, pero lo saben, estamos tomando conciencia de eso”, dijo el actor de reparto nominado por Sound of Metal, Pasaul Raci, quien fue criado por padres sordos.

“Soy uno de los tipos que tiene que estar a la vanguardia para no dejar caer la pelota… manteniéndolos al tanto de todos los artistas sordos que tenemos, todos los artistas con discapacidad, todos los genios que están ahí afuera, todas las historias no contadas”, dijo Raci a la AFP.

La cautela es comprensible. Este es un camino que Hollywood ha intentado recorrer antes, aunque con poco tino. En 1948, Jane Wyman ganó un Óscar por interpretar a una mujer sorda en Johnny Belinda, una papel extremadamente irritante, según Raci.

El verdadero progreso se produjo en 1987, cuando la actriz sorda Marlee Matlin ganó el Premio de la Academia por Te amaré en silencio (en España, Hijos de un Dios menor).

Pero hasta hace poco, eso se ha mantenido como una clara excepción a la norma, incluso cuando Hollywood ha dado pasos agigantados en el contenido inclusivo que involucra a cineastas y temas de la comunidad negra y LGBTQ.

“A menudo, el colectivo de personas con discapacidad se queda relegado mientras otros subrepresentados reciben atención”, dijo Doug Roland, director del cortometraje nominado al Óscar “Feeling Through”.

Roland, que no tiene discapacidad, inspiró su cortometraje en un encuentro nocturno que tuvo con un hombre sordociego que necesitaba ayuda para cruzar una calle en Nueva York.

Para su obra, eligió al actor debutante Robert Tarango, la primera persona sordociega con un papel protagonista en cualquier película, según los cineastas.

La propia Matlin se incorporó como productora ejecutiva y la cinta está ahora en una lista de cinco finalistas al Óscar.

“Esa conversación realmente ha comenzado a cambiar de manera muy significativa hacia la comunidad de personas con discapacidad, y se están escuchando voces más fuertes”, dijo Roland.

Contra los prejuicios

Pero la representación de la discapacidad es una cuesta arriba en el entretenimiento donde existen prejuicios “muy profundos y difíciles de identificar”, dijo Roland.

Este colectivo “a menudo es visto como ‘menos que’ de una manera más severa que otras comunidades”, o incluso “casi como subhumano”, dijo a la AFP.

Raci, quien interpreta en Sound of Metal a un consejero de adicciones que perdió la audición a una edad avanzada, considera que “la gente le teme a lo desconocido”.

“La sordera es una discapacidad oculta, nadie tiene un cartel que diga ‘soy sordo'”, dijo a la AFP.

Otro obstáculo para los actores con discapacidad es el acceso físico a los escenarios y lugares de rodaje, no siempre equipados o adaptados, por ejemplo, para sillas de ruedas o personas ciegas.

Este mes, un grupo de actores que incluye a Amy Poehler y Naomie Harris firmó una carta abierta a los mejores estudios instándolos a contratar a personas con discapacidad de forma permanente, con el fin de ayudar a buscar oportunidades para talentos y garantizar una contratación más inclusiva.

En un intento por cambiar el rumbo de Hollywood, el actor Nic Novicki lanzó en 2013 un reconocimiento cinematográfico que requería al menos un miembro del equipo o del elenco con discapacidad, lo que ahora se ha convertido en el Easterseals Disability Film Challenge.

“Cuando empecé… estábamos muy subrepresentados, mucho más que ahora”, dijo Novicki, que tiene un tipo de enanismo y estaba cansado de que le ofrecieran papeles relacionados con eso.

El documental Crip Camp, de la productora de Barack y Michelle Obama, comienza en un campamento de verano de los años 1970 en Nueva York para jóvenes discapacitados y repasa su enorme labor en el movimiento estadounidense por los derechos de las personas con discapacidad.

“Es una de las películas más inclusivas y hermosas que puedo recordar”, dijo Novicki, elogiando a su codirector James Lebrecht, quien ha estado en silla de ruedas toda la vida por tener espina bífida.

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