La Secretaría de Cultura de México ha acusado a Zara de “apropiación cultural indebida” por considerar que la popular marca de Inditex copió el diseño de la vestimenta tradicional de las comunidades indígenas mixtecas del estado de Oaxaca llamada huipil en uno de los vestidos de su nueva colección.
La controversia se ha generado en torno al vestido midi bordado de escote pico y manga corta, con cinturón lazado. Las autoridades mexicanas compartieron una foto de una prenda artesana de la comunidad de San Juan Colorado, cuyos elementos y símbolos relacionados con el centro del universo, agua, camino y veredas, “que se han transmitido de generación en generación”, se reflejan en la prenda de Zara.
A diferencia del producto de Zara, para elaborar esa prenda oaxaqueña en particular se necesitan al menos 90 días, y ahora México exige que se explique públicamente “con qué fundamentos se privatiza una propiedad colectiva, haciendo uso de elementos culturales cuyo origen está identificado en diversas comunidades oaxaqueñas” y cómo la compañía planea retribuir los beneficios a las comunidades creadoras.
“Los derechos de los pueblos originarios históricamente han sido invisibilizados”.
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“Se trata de un principio de consideración ética que, local y globalmente, obliga a hacer un llamado de atención y poner en la mesa de discusión pública un tema impostergable como es el proteger los derechos de los pueblos originarios que históricamente han sido invisibilizados”, declaró la Secretaría de Cultura en un comunicado, al instar a “desarrollar un trabajo respetuoso con las comunidades indígenas, dentro de un marco ético que no socave la identidad y la economía de los pueblos y siempre en apego a un comercio justo, que coloque en un plano de igualdad a las y los creadores indígenas, empresarios y diseñadores”.
La autoridad subrayó que el huipil tradicional forma parte de la identidad de las mujeres y que cada lienzo se hace con materias primas, es elaborado en telar de cintura, contiene símbolos ancestrales y requiere como mínimo un mes de trabajo para su elaboración.
Zara no ha sido la única marca acusada por el Gobierno mexicano de apropiación cultural de las creaciones de sus comunidades indígenas. La Secretaría de Cultura también ha dirigido cartas similares a Patowl y Anthropologie por comercializar los diseños de otras dos comunidades de Oaxaca.
En la colección de Patowl figuran “diversas camisetas estampadas, donde se observa una copia fiel de la indumentaria tradicional del pueblo indígena zapoteco de la comunidad de San Antonino Castillo Velasco”, mientras que Anthropologie copió “elementos distintivos y característicos de la cultura e identidad del pueblo mixe de Santa María Tlahuitoltepec” para el diseño de sus pantalones cortos, opinan las autoridades mexicanas.
En San Antonino Castillo Velasco, las blusas de algodón son “la única herencia cultural de esta comunidad” que “muestra la parte intangible de su cosmovisión”, y se elaboran a mano con la técnica llamada ‘hazme si puedes’, un proceso complejo de varias etapas que dura un mes. “No son solo imágenes tomadas de la naturaleza y el entorno, sino que cada detalle refleja el sentir y la memoria histórica del pueblo zapoteco”, subrayó la institución.
Los peculiares bordados típicos de la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec también forman parte de la indumentaria tradicional de sus residentes y son una manifestación “de su identidad, historia y relación con el medio ambiente”, simbolizando montañas, agua, veredas y magueyes, agregó la autoridad mexicana.