Colectivos feministas marcharon este sábado en Ciudad de México para demandar un alto a la represión y violencia policiaca que han sufrido en sus más recientes manifestaciones.

Unas 100 feministas se movilizaron desde el Monumento a la Revolución a la antimonumenta que está frente a Palacio de las Bellas Artes, en el Centro Histórico de la capital mexicana.

En su avanzada, las mujeres intentaron llegar al Zócalo capitalino pero las fuerzas del orden, con quienes se enfrentaron, las encapsularon y prácticamente las obligaron a regresar al lugar de donde partieron.

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En la escaramuza, las feministas prendieron botes de pintura en aerosol que acercaron a los agentes de la policías a quienes rociaron de pintura.

Las mujeres intentaron derribar las vallas metálicas que las contuvieron usando martillos y tubos de metal.

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El objetivo de la llamada marcha separatista era denunciar la violencia ejercida por cuerpos policiacos y exigir respeto a las manifestaciones feministas.

Hace tres semanas, una protesta feminista en el municipio de Chicoloapan, en el Estado de México, terminó en un enfrentamiento con la policía y la detención de ocho mujeres a cargo de agentes municipales.

A finales de abril, la organización Amnistía Internacional (AI) presentó en México la campaña “Nuestro grito es monumento“, que busca evitar que la represión contra las mujeres que se manifiestan contra la violencia se convierta en una práctica habitual.

AI pidió con esta campaña “que se reconozca la legitimidad de la causa de las protestas”, que parte del reclamo de que el Estado garantice a las mujeres mexicanas una vida libre de violencia, lo que hasta el momento parece muy lejano, pues según AI y otras organizaciones más de 10 mujeres son asesinadas cada día en el país.

El punto de inflexión en la violencia policial en marchas de mujeres se dio en noviembre de 2020 en Cancún, en el suroriental estado de Quintana Roo, donde la Policía reprimió a balazos a un grupo de mujeres que protestaban por feminicidios ocurridos en la región.

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