El informe de Tendencias Globales publicado este viernes por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) revela que a finales del 2020 había 82,4 millones de personas desplazadas por la fuerza, lo que supone un crecimiento del 4% respecto a los datos del 2019.
Las tendencias actuales contradicen las esperanzas de que las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia disminuyeran la migración forzada.
“En el año de covid, en el año cuando el movimiento fue casi imposible para la mayoría de nosotros… 3 millones más de personas fueron desplazadas por la fuerza”, dijo el alto comisionado de la ACNUR, Filippo Grandi, a Reuters.
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Un dato que sí perdura desde el 2019 es que aproximadamente el 68% de los refugiados provienen de solo 5 países: Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar.
Los niños son el grupo más afectado por la migración forzosa y constituyen el 42% de los todos los refugiados. Entre los años 2018 y 2020, casi un millón de bebés nacieron como refugiados.
Según los datos preliminares para el 2021, los números seguirán representando una tendencia creciente, amplificada por la crisis alimentaria, el cambio climático, el aumento de la pobreza por la pandemia, así como los conflictos armados en Afganistán, Somalia y Yemen, entre otros países.
“Decir que la única manera de hacer frente a este flujo de población es construir muros o mandar a la gente de vuelta al mar es despreciable moralmente y atroz”, aseveró Grandi. En el comunicado de prensa publicado por ACNUR, el alto comisionado exhortó a poner fin a estos “enfoques políticos egoístas” a fin de proteger los derechos humanos.
El informe de Tendencias Globales es un documento publicado anualmente y encaminado a abordar la crisis migratoria. Desde 2013, el año en que se publicó el primer informe, el número de desplazados por año ya casi se ha duplicado.
