Las sanciones de EE.UU., la caída de los ingresos en divisas, el desplome del suministro de petróleo desde Venezuela y, en general, los problemas económicos agravados por la pandemia de coronavirus están detrás de las protestas que tuvieron lugar en varias localidades de Cuba el pasado domingo, según opinan los especialistas del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia (ILA RAN, por sus siglas en ruso).

“Para mí, las protestas tienen una naturaleza objetiva”, dijo el director conjunto del ILA RAN, Dmitri Rozental, durante una entrevista con TASS.

“Están vinculadas con problemas generales de la economía cubana, con el desplome catastrófico del suministro de petróleo desde Venezuela y, sin duda, con las sanciones estadounidenses. De acuerdo, la pandemia de coronavirus también tuvo un efecto extremadamente negativo en la economía y el sistema social cubanos: crece el número de infectados y en la isla hay muy pocas vacunas. Así que no hay que extrañarse de que el sentimiento público esté empeorando”, agregó.

No obstante, Rozental subrayó que de momento no hay motivo para “los sentimientos alarmistas” en cuanto a las protestas en Cuba. “Yo no exageraría estas protestas”, declaró el científico, agregando que el activo despliegue informativo de la situación se debe a que se trata de las primeras grandes protestas en la isla desde 1994.

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Según los datos oficiales, el 2020 fue un año duro para la economía cubana. El PIB del país cayó cerca del 11 %, mientras que la contracción del ingreso de divisas fue aún mayor. Conforme a un plan anunciado el diciembre por el viceprimer ministro Alejandro Gil, incluso con el crecimiento del 10,4 % de los ingresos en divisas programado para 2021, esta cifra será un 16,2 % menor que en 2019.

A pesar de ello, Cuba, sofocada por las sanciones estadounidenses, se convirtió en el único país de América Latina que creó su propia vacuna contra el coronavirus.

El pasado viernes, el fármaco cubano, llamado Abdala, fue autorizado para el uso de emergencia en el país. Según la autoridad sanitaria de Cuba, los ensayos clínicos han demostrado una eficacia de la vacuna de 92,28 % en la prevención de formas sintomáticas del covid-19. También se ha demostrado que la vacuna tiene “un adecuado perfil de seguridad, avalado por la cantidad de dosis aplicadas en los ensayos clínicos realizados, el estudio de intervención en poblaciones de riesgos y la intervención sanitaria que se lleva a cabo” en el país. Además, Cuba también cuenta con otra vacuna contra el coronavirus en la última etapa de los ensayos clínicos, la Soberana 02.

Sanciones de EE.UU.

En cuanto a las sanciones estadounidenses, que durante el mandato de Donald Trump se endurecieron hasta obligar a La Habana a comprar un buque para esquivar la prohibición de importar combustible, Rozental indicó:

“La llegada de Joe Biden se vinculaba a esperanzas de cierta normalización de las relaciones estadounidense-cubanas. […] Ahora, al parecer, esa normalización se demora a largo plazo”.

En opinión del experto, Washington puede continuar la política hostil hacia Cuba. “La cuestión cubana es en EE.UU. un asunto de política no solo externa, sino también interna. Es un momento muy delicado. Hay un grupo de presión cubano bastante serio, un grupo conservador que empujará a la Casa Blanca para que endurezca la presión”, señaló.
“Lucha por la supervivencia”

Por su parte, Nikolái Kaláshnikov, consejero del director del ILA RAN, opina que la política de EE.UU. hacia Cuba en los últimos años ha fomentado la protesta social, ya que ha convertido la vida del país en una “lucha por la supervivencia” económica.

“Cuba necesita inversiones. Es el problema número uno porque le faltan recursos propios y sin inversiones no puede desarrollarse. Por eso, básicamente ahora la cuestión no es el desarrollo económico del país, sino su supervivencia económica. En cuanto a las sanciones que introdujo EE.UU. durante el mandato de Trump, prácticamente era el máximo de lo que se podía implementar con el fin de obstaculizar la actividad de la isla”, dijo Kaláshnikov a RT, señalando que como resultado de la presión de Washington el número de socios económicos de La Habana “se ha reducido drásticamente”.

Este lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió suspender el bloqueo económico contra Cuba y criticó el “inusual despliegue informativo” en torno a las protestas en la isla.

“Si se quisiera ayudar a Cuba lo primero que se debería hacer es suspender el bloqueo a Cuba, como lo están solicitando la mayoría de los países del mundo. Eso sería un gesto verdaderamente humanitario. Ningún país del mundo debe ser cercado, bloqueado. Eso es lo más contrario que puede haber a los derechos humanos”, señaló el mandatario mexicano.

“Nada de politización, de campañas mediáticas, que ya se están dando a nivel mundial”, subrayó López Obrador. El presidente asimismo aseveró:

“Hay muchos países con problemas en América Latina, en el Caribe, no es solo el caso de Cuba. Sin embargo, llama la atención que ha habido un despliegue informativo inusual, desde luego promovido por quienes no están de acuerdo con las políticas del Gobierno de Cuba.

Medidas coercitivas contra Cuba

De acuerdo con la información proporcionada por la Cancillería de Cuba, durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) se aplicaron 243 medidas coercitivas unilaterales contra Cuba; de ellas, 55 solo en 2020, las que sobresalieron por “su sistematicidad e intencionalidad”.

En materia de salud, las afectaciones ascendieron a casi 200 millones de dólares entre abril y diciembre de 2020, cifra que supera en 38 millones a la reportada entre abril de 2019 y marzo de 2020.

El pasado mes de junio, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución que exige el fin del bloqueo comercial, económico y financiero de EE.UU. contra la isla. En ese momento, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció que los daños ocasionados por esta medida superan los 147.000 millones de dólares, y acusó a Washington de aprovechar la pandemia para aumentar la presión contra Cuba.

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