Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta cuantiosas pérdidas por varios frentes, si bien lo financiero es lo que resalta, no es todo, pues la merma por distintos robos no se detiene. En la actual administración se ha identificado la sustracción de bienes con un valor de 9.5 millones de pesos de almacenes que proveen a sus empresas productivas subsidiarias.
Entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de marzo de 2020, se realizaron 19 actos de robo en varios almacenes, aunque no se precisan los bienes hurtados, de acuerdo con una auditoría interna de Pemex revisada por Forbes México.
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En diciembre de 2019 la Gerencia de Administración y Control de Almacenes de Bienes de Consumo de la petrolera nacional, solicitó los servicios de auditoria para la verificación de los almacenes.
En el hallazgo, se detalla que el almacén de Altamira, Tamaulipas se observó el mayor monto de lo hurtado con 3.6 millones de pesos, equivalente a 37.6% del total. No obstante, de los seis actos de robo que se presentaron en este, existe uno con fecha del 9 de marzo en el que no se cuantifica el valor de los materiales sustraídos.
En segundo lugar, de monto robado, se encuentra el almacén del Centro Procesador Gas Nuevo Pemex que provee a su subsidiaria Transformación Industrial con un valor de 3.4 millones de pesos, representando 36.3%, es decir, que en estas dos instalaciones se concentran 74% del total.
En menor medida, está el almacén del Activo de Producción Reforma con 2.1 millones de pesos de bienes hurtados, en el Sector Ductos Tlaxcala son 266,283 pesos y en el de Ciudad de Pemex sólo 116,865 pesos.
Sin embargo, en el documento se precisa que los 9.5 millones es una cifra preliminar, toda vez que la contingencia sanitaria por el Covid-19 limitó las inspecciones físicas y recuentos de materiales.
La auditoria apunta que en la sustracción de estos materiales en los almacenes se carece de notificación y seguimiento de los incidentes, y tampoco se identifican errores o que haya un formato que contenga por lo menos la declaración de los hechos y descripción de las personas que cometieron el ilícito.
Agrega que hay deficiencias en los registros y en la integración de la información de los montos y cantidades de materiales robados, no existen formatos estandarizados previamente establecidos para el aviso de un incidente, así como la falta de un protocolo.
“No se han fijado las acciones por realizar cuando se presente un incidente de robo (durante y después), en cuanto a procesar la escena del crimen, toda vez que cada almacén actúa con protocolos distintos, algunos de acuerdo con la recomendación del jefe inmediato en turno o en cumplimiento de una instrucción, sin que se encuentren establecidas en el marco normativo operacional”, refiere la auditoría interna.
Y no es todo, la lista de deficiencias señaladas es larga, pues también dice que no se establece un plazo para realizar el recuento físico de materiales tras presentarse su sustracción y no se actúa de manera preventiva y correctiva antes.
Todas las medidas de mitigación se aplican una vez que se cometió el robo, las cuales incluye: reparación de luminarias, protección en ventanas, corte de maleza, poda de árboles, cámaras de videovigilancia, incremento de rondines, presencia de personal armado, entre otros.
La falta de esas condiciones en los almacenes propicia a que se presenten robos de manera continua, “de hasta dos días seguidos o con más días de diferencia en el mismo mes, algunos utilizando la misma entrada del hurto anterior”, se advierte en el documento.