El mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, ha reavivado la disputa entre poderes en el país después de que llamara “hijo de puta” al presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de la nación durante una transmisión en vivo difundida por el Ejecutivo en redes sociales.
Los polémicos insultos contra el magistrado Luís Roberto Barroso fueron lanzados por el presidente brasileño el viernes mientras se encontraba reunido con un grupo de simpatizantes en la ciudad de Joinville, en el estado de Santa Catarina. El momento fue transmitido en vivo por el equipo presidencial en diversas plataformas, aunque luego el video fue eliminado de las cuentas oficiales.
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“Ese hijo de puta de Barroso”, se escucha decir a Bolsonaro en las imágenes difundidas en la Red, e insinúa que el magistrado habría enviado gente al lugar para atacarlo. Durante la misma jornada, el líder ultraderechista incluso acusó a Barroso, quien también es el juez principal de la Corte Suprema, de “defender la pedofilia y las drogas”.
En respuesta al ataque verbal, Barroso manifestó que eso mostraba que está haciendo correctamente su trabajo. Mientras que el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, consideró que los insultos de Bolsonaro son inaceptables, recoge Reuters.
La tensión política interna se acrecienta después de que el máximo tribunal de Justicia del país incluyera al mandatario en una investigación por los delitos de “calumnia” e “incitación al crimen”, debido a sus cuestionamientos en las últimas semanas sobre el sistema de voto electrónico.
Aunque no ha presentado evidencias, Bolsonaro asegura que el sistema de voto electrónico, utilizado en Brasil desde 1996, se presta para el fraude. Por esa razón, el mandatario ha estado presionado por una enmienda constitucional para cambiarlo. Sin embargo, el Comité de la Cámara Baja del Congreso ha votado en contra.
El líder brasileño buscará la reelección en los comicios del próximo año, aunque su principal competidor, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, se perfila como virtual ganador, según las encuestas. Al formar parte de la investigación sobre las noticias falsas, Bolsonaro corre riesgos, en última instancia, de ser apartado de las elecciones.