El COVID-19 puede afectar a cualquier persona, así lo demostró Jenny McCann, una mujer que dio a conocer la muerte de su hermano, John Eyers, quien no quiso vacunarse por confiar en su buena forma física.

A través de una serie de publicaciones en su Twitter, Jenny contó la historia de su hermano gemelo con la intención de poder salvar la vida de alguien e impulsar a la gente a que reciban la vacuna contra el coronavirus.

De acuerdo a lo escrito por McCann, de Inglaterra, su hermano John era la persona más sana y en forma que conocía y un mes antes de su muerte estaba escalando montañas y acampando en Gales. Sin embargo, tras ser diagnosticado con COVID-19, murió exactamente cuatro semanas después.

Jenny aseguró que su hermano, motivado por su gran forma física, tenía la creencia de que si llegaba a contagiarse de coronavirus sería una enfermedad leve, por esta razón decidió no vacunarse.

“La única condición de salud preexistente que tenía era la creencia en su propia inmortalidad”, dijo McCann en sus redes sociales.

Sin embargo, como ha comenzado a suceder en varios lugares del mundo, tras ver las complicaciones generadas por el COVID-19, los pacientes se muestran arrepentidos y Eyers fue uno de ellos. Antes de ser conectado a un ventilador, John mencionó que deseaba haber escuchado las recomendaciones y ser vacunado.

“Esto no debería haber sucedido. Mi mamá quiere que la gente sepa sobre John. Por su historia, por salvar la vida de alguien. Para que el dolor y la pérdida impulsen a las personas a vacunarse”, así cerró su hilo Jenny.

Tras su muerte, John recibió múltiples mensajes, destacando la ayuda que proporcionaba, además de reconocer que “tenía un gran amor por el deporte y el fitness” y que era “una de las personas más activas y en forma”.

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