Líderes de cárteles mexicanos encabezados por Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán permanecen detenidos y condenados en EE.UU. al haber sido encontrados culpables de delitos como lavado de dinero, delincuencia organizada, uso ilegal de armas de fuego y conspiración para importar y distribuir drogas, lo que no ha frenado el multimillonario negocio.
La víspera, las autoridades de EE.UU. deportaron a México a Eduardo Arellano Félix, el exjefe del Cártel de Tijuana que cumplió una pena de 10 años en una prisión de Pensilvania. Ahora tendrá que enfrentar un juicio en su país natal.
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Pero, más allá de la espectacularidad con la que se anuncian las detenciones, extradiciones y deportaciones, el negocio no se detiene, ya que EE.UU. sigue siendo el país que consume más drogas ilegales en todo el mundo. Actualmente, por ejemplo, enfrenta una epidemia por uso de fentanilo. Antes, ya padeció otras por consumo de cocaína, crack y metanfetaminas.
Las capturas solo reacomodan el mapa del crimen organizado en México e impactan en las disputas territoriales y en los liderazgos al interior de los cárteles, pero no merman un tráfico que, de acuerdo con estimaciones oficiales en ambos lados de la frontera, deja ganancias que rondan los 30.000 millones de dólares anuales.
Hoy, el narco mexicano más famoso y preso en EE.UU. es ‘el Chapo’, el exlíder del Cártel de Sinaloa que en julio de 2019 fue condenado a una cadena perpetua y que, desde entonces, cumple en una cárcel de máxima seguridad de Colorado.
Como derivación de los testimonios que hubo durante el juicio, su esposa Emma Coronel Aispuro fue detenida en febrero pasado en un aeropuerto de Virginia, ya que la Justicia estadounidense la acusó de haber formado parte de la estructura del Cártel de Sinaloa, lo que ella siempre había negado.
Sin embargo, cuatro meses después se declaró culpable, con lo que evitó ir a un juicio. Permanecerá presa en el Centro de Detención de Adultos William Truesdale, en el estado de Virginia, hasta que el próximo 15 de septiembre el juez Rudolph Contreras dicte una sentencia que, al igual que la de su pareja, podría alcanzar la cadena perpetua.
Una larga lista
Otro caso resonante es el de Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad de México que fue detenido en Dallas en diciembre de 2019, acusado de complicidad con el Cártel de Sinaloa.
La captura desató una conmoción política porque fue el funcionario más cercano del expresidente Felipe Calderón, el más protegido. Por eso el juicio al que será sometido, y que ya ha sido postergado en diversas ocasiones, genera una amplia expectativa en torno a las revelaciones que puede hacer ante el tribunal. Mientras tanto, sigue detenido en una cárcel de Brooklyn, en Nueva York.
Antes que él, varios narcos conocidos ya enfrentaron detenciones, extradiciones, juicios y condenas en EE.UU.
Uno de ellos es Juan García Abrego, el exjefe del Cártel del Golfo que cumple un récord de 11 cadenas perpetuas en una cárcel de Colorado. Su carrera criminal terminó en 1996, cuando fue detenido en el estado mexicano de Nuevo León. Al día siguiente lo extraditaron.
Alfredo Beltrán Leyva, alias ‘el Mochomo’ y fundador del poderoso Cártel que llevó sus apellidos, fue extraditado en 2014. Tres años más tarde, un tribunal lo condenó a cadena perpetua, que cumple en el centro Penitenciario Hazelton (Virginia), y a una multa de 595 millones de dólares. En marzo pasado pidió su liberación con base en una ley que recorta las sentencias federales innecesariamente largas y reduce la población carcelaria. No aplica en su caso.
Un caso aparte es el de Osiel Cárdenas Guillén, el exlíder del Cártel del Golfo conocido, entre sus múltiples apodos, como ‘el Mata Amigos’. El Gobierno mexicano lo extraditó en 2007 y tres años después un tribunal de Texas lo condenó a 25 años de prisión y a pagar una multa de 50 millones de dólares. Se prevé que será liberado en 2028 porque se contabilizará el tiempo que estuvo detenido en México.
Mayor visibilidad ha tenido Dámaso López, alias ‘el Licenciado’, el sucesor del ‘Chapo’ al frente del Cártel de Sinaloa que fue extraditado en 2018 y condenado al año siguiente a una cadena perpetua que cumple en una prisión de seguridad mínima de Pensilvania.
Su “colaboración” en el juicio contra ‘el Chapo’, en donde denunció operaciones y complicidades de la organización criminal más poderosa de América Latina, le valió una reducción de su pena. En lugar de prisión de por vida, podrá quedar en libertad en 2032.
En familia
Los hermanos Arellano Félix, fundadores del Cártel de Tijuana, tienen un capítulo especial, ya que cuatro de ellos han pasado por cárceles estadounidenses.
El mayor, Francisco Rafael Arellano Félix, tuvo un proceso exprés. Fue extraditado en 2006, condenado en 2007 y liberado en 2008. Aunque había recibido una pena de seis años de prisión, logró salir y ser repatriado gracias a su “buena conducta”. En 2013, un hombre disfrazado de payaso lo asesinó en una fiesta infantil.
Benjamín Arellano Félix fue extraditado en 2011, nueve años después de haber sido detenido en México. En 2017 lo multaron por 100 millones de dólares y lo sentenciaron a 25 años de prisión que cumple en una cárcel de máxima seguridad de Virginia.
Le siguió la extradición de Eduardo Arellano Félix, que se concretó en 2012. Al final del juicio recibió una condena de 15 años de prisión que no tuvo que cumplir completa gracias a su “colaboración” con la Justicia de ese país. Ayer fue deportado a México y de inmediato volvió a quedar detenido.
A Francisco Javier Arellano Félix, a quien la guardia costera de EE.UU. detuvo en 2006 en aguas internacionales cerca de Baja California, le impusieron una pena a cadena perpetua en 2006, pero, como también “cooperó”, en 2015 se la redujeron a 23 años.