Las instituciones particulares de educación básica a superior informaron que derivado de la pandemia del COVID-19 y las clases en línea, este ciclo escolar poco más del 10 por ciento de la matrícula, equivalente a 398 mil estudiantes, dejaron inconclusos sus estudios o no se inscribieron.

En conferencia virtual, Pilar Martínez Aragón, presidenta de la Asociación Nacional de Escuelas Preparatorias Particulares Incorporadas a la SEP (ANEPPI), explicó que de un total de 3.7 millones de estudiantes en escuelas particulares, derivado del confinamiento y las clases en línea, 155 mil 400 educandos dejaron sus estudios sin concluir, debido a falta de recursos económicos para comprar computadoras, teléfonos o porque sus padres perdieron el empleo.

Además, dijo que al inicio de este ciclo escolar, otros 243 mil alumnos no se inscribieron, lo que dio un total de 398 mil estudiantes menos.

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“Este sin duda ha sido un golpe para las instituciones particulares de educación, sobre todo a las más pequeñas que ya cerraron” explicó Pilar Martínez, quien agregó que para conocer el impacto en los colegios privados, todavía falta contabilizar en este ciclo escolar cuántas instituciones quebraron definitivamente.

A esta problemática, indicó Martínez Aragón, se debe agregar que la Secretaría de Economía busca aplicar una nueva regulación a las escuelas particulares a través de la NOM 237, misma que dijo rechazan, pues estiman que ocasionará la desaparición de cuatro de cada 10 escuelas privadas, lo que estiman provocaría el cierre definitivo de 18 mil 657 planteles.

Señaló que la norma que busca certificarlos y los ubicaría como establecimientos comerciales, sería un duro golpe en contra del derecho a la educación que obligaría a las escuelas a elevar sus costos de operación y, consecuentemente, tendrían que elevar sus colegiaturas entre el 12 y 15 por ciento.

En este sentido Itzel Carmona, integrante del Consejo Directivo de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP), explicó que los colegios privados ya están regulados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuentan con 53 normas federales, programas, decretos, circulares y están certificadas por organismos nacionales e internacionales, por lo que la NOM 237 solo vendría a elevar la regulación y los costos en detrimento de la calidad de los servicios educativos.

Dijo que, entre otros requisitos, la norma les pide no exigir el pago de colegiaturas hasta por tres meses 15 días, pero los obliga a seguir dando el servicio, lo cual les perjudica porque “si la escuela no cobra ¿cómo paga las nóminas?”.

Además de cumplir con la SEP, ahora la nueva norma de Economía los obligaría a pedir créditos, pues al no contar con los pagos de las colegiaturas estarían dejando de percibir entre el 25 y 35 por ciento de los ingresos. Aunado a ello, los colegios deben registrarse ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y certificarse cada dos años, entre otros muchos requisitos so pena de multas.

Por tales motivos, las escuelas particulares rechazaron la posible aplicación de la norma, pues dijo Itzel Carmona, esta regulación está en proceso de revisión y las autoridades aún están a tiempo de desecharla; por el contrario, aplicarla significaría “asestar un duro golpe al bolsillo de las familias mexicanas en el peor momento de crisis económica”.

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