El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este miércoles que desconfía de la autenticidad de los movimientos feministas porque son “conservadores” y surgieron para atacar a su Gobierno.
“Hace unos dos años, cuando empezó el movimiento feminista, muchas mujeres participaban pero se empezaron a dar cuenta de que se habían convertido en feministas conservadoras solo para afectarnos a nosotros”, dijo al ser cuestionado por los episodios de violencia que se vivieron la víspera en la Ciudad de México, durante la marcha por el Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Aunque la mayor parte de la marcha se desarrolló de manera pacífica, la atención mediática se centró en los grupos aislados que hicieron pintas, destruyeron mobiliario urbano y privado e incluso golpearon a policías y provocaron enfrentamientos que dejaron a decenas de personas heridas.
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Sin referirse a las demandas de las mujeres por la legalización del aborto, López Obrador solamente habló de la violencia para desacreditar un movimiento con décadas de existencia que, contrario a lo que afirmó, no nació recién hace dos años.
“Todas las protestas deben ser pacíficas. Se han venido dando estos actos de violencia que antes no se presentaban, diría yo que es un fenómeno nuevo que tiene que ver con el inicio de nuestro Gobierno, por eso hasta desconfío de su autenticidad, porque no se puede ser revolucionario, no se puede buscar una transformación, luchar por la justicia, siendo un rebelde sin causa”, afirmó a pesar de que las acciones vandálicas siempre estallan en cualquier tipo de marcha, no solo en las feministas.
López Obrador advirtió que las feministas deberían seguir el ejemplo de “resistencia pacífica” de hombres como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela y Martín Luther King.
“Me dan desconfianza, veo muy conservadores a estos movimientos, quizá porque tengo otra formación”, dijo al revelar que, para él, el movimiento de mujeres en México lo representan Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario y Carmen Serdán, personajes históricos que lucharon durante la Independencia y la Revolución, es decir, hace uno y dos siglos.
También citó a Rosario Ibarra de Piedra, una senadora de 92 años que comenzó una legendaria trayectoria como luchadora social en los años 70, después de la desaparición forzada de su hijo.
Hasta ahí llegó la lista, ya que López Obrador no pudo nombrar a feministas contemporáneas.
Provocaciones
El presidente advirtió que no se debe caer en las “trampas” de las marchas feministas. “Estos movimientos conservadores lo que quisieran es que nosotros reprimiéramos, que usáramos la fuerza, están provocando, provocando y provocando, y se van a quedar con las ganas”, señaló.
Por otra parte, conminó a investigar los episodios de violencia con cuidado para no convertir en “mártires” a las feministas. “Ese es el propósito: la estridencia, el protagonismo extremo”, dijo.
Además minimizó la capacidad de convocatorio de las movilizaciones al considerar que ya participan “muy pocas” personas y que a veces hay más periodistas que manifestantes porque los medios opositores tienen intereses para desacreditar al Gobierno.
“Los medios quisieran que tomaran el Palacio Nacional y destruyeran todo, serían felices los dueños de los medios que vivían del presupuesto durante el periodo neoliberal, que obtenían privilegios, por eso van tantos, andan con las cámaras esperando que una mujer policía le pegue a otra mujer, o más si es un hombre”, afirmó.
López Obrador explicó que si las feministas formaran parte de un movimiento realmente transformador, buscarían la simpatía del pueblo porque eso le daría una base de apoyo para triunfar en sus demandas, pero como no es así, “hay que ver que está detrás” de ellas.