Primero fueron las iniciales de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, el líder del Cártel de Sinaloa que cumple cadena perpetua en EE.UU., pero ahora ya directamente es el rostro de su principal socio, Ismael ‘el Mayo’ Zambada, el que quedó impreso en billetes que comenzaron a repartirse en México.
La distribución de los llamados ‘narcobilletes’ se interpretó como una respuesta a la DEA, que aumentó de cinco a 15 millones dólares la recompensa por capturar al ‘Mayo’, uno de los principales líderes del narcotráfico en México que desde 2003 está acusado en EE.UU. de fabricación, importación y distribución de sustancias químicas ilegales.
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En julio, en Culiacán, la capital de Sinaloa, se descubrió la circulación de billetes oficiales de 200 pesos (10 dólares) que aparecían sellados con las iniciales JGL (referidas a Joaquín Guzmán Loera) y la leyenda: “de su amigo”.
De esta forma se comprobó que pese a que ‘el Chapo’ está encerrado en una cárcel estadounidense, su imagen sigue teniendo peso en su tierra natal. En ese momento, el Banco de México informó que los billetes eran válidos porque las iniciales estaban sobreimpresas, lo que no incumplía con la normatividad sobre la moneda mexicana.
Por el contrario, el billete que comenzó a distribuirse con el rostro del ‘Mayo’, y que es de mil pesos (50 dólares), es falso y, por lo tanto, no puede usarse en el curso legal.
De cualquier forma, demuestra la importancia del capo, de 73 años, que algunos periodistas y especialistas en el negocio del narcotráfico han identificado como el verdadero líder del Cártel de Sinaloa aun antes de la captura del ‘Chapo’.
‘El Mayo’ Zambada es conocido por repartir dinero en efectivo en las navidades en El Álamo, su pueblo natal ubicado en Sinaloa, el estado mexicano que es la mayor cuna de narcos.
También son persistentes los testimonios de su ayuda a campesinos para que siembren productos legales con los que puedan mantenerse. Además, patrocinó la fundación de la estancia infantil “Niño feliz”, una guardería que usan familias pobres o madres solteras.
