El presidente de EE.UU., Joe Biden, recibió este jueves en la Casa Blanca a su homólogo de México, Andrés Manuel López Obrador, y al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en el marco de la IX Cumbre de Líderes de América del Norte (NALS, por sus siglas en inglés).

En el primer encuentro presencial entre Biden, Trudeau y López Obrador, los jefes de Gobierno debatieron sobre la cooperación trilateral para hacer frente a la pandemia del covid-19 y sobre la necesidad de impulsar la recuperación económica de Norteamérica, dos de los ejes que marcaron la agenda de la primera cumbre desde 2016.

“Nuestra visión norteamericana para el futuro se basa en nuestras fortalezas compartidas, así como en tres vibrantes democracias con una población dinámica en la economía que desean trabajar juntas”, dijo Biden en la apertura de la cumbre.

Para el inquilino de la Casa Blanca, los Gobiernos de los tres países deben unir esfuerzos para “poner fin a la pandemia” y para “frenar la crisis climática”.

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Cooperación económica

Durante su intervención, López Obrador destacó que fue una “acertada decisión, por el bien de nuestros pueblos y naciones”, la entrada en vigor del tratado comercial entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC).

En detalle, López Obrador expresó que es necesario fortalecer la integración económica en la región. “¿Por qué no podemos producir en América del Norte lo que consumimos?”, preguntó el mandatario en el encuentro celebrado en la Sala Este de la Casa Blanca.

Así, López Obrador habló sobre la participación de Norteamérica en la economía mundial y puso como ejemplo que China superó a Canadá, EE.UU. y México en el mercado global.

“No olvidemos que mientras Canadá, EE.UU. y México representamos el 13 % del mercado mundial, China domina el 14,4 %”, afirmó el mandatario.

“De mantenerse la tendencia de la última década, en 2051 China tendría el dominio de 42 % del mercado mundial y nosotros, EE.UU., México y Canadá, nos quedaríamos con el 12 %”, agregó López Obrador sobre lo que a su juicio sería “una desproporción inaceptable en el terreno económico”.

Migrantes en la fuerza laboral

Para López Obrador, es necesario impulsar un programa de inversión productiva en América del Norte para la sustitución de importaciones provenientes de otras regiones. Además, el mandatario pidió “dejar de rechazar a migrantes”, al considerar que podrían ser clave en el crecimiento económico, debido a que no existe la suficiente fuerza de trabajo en EE.UU. y Canadá.

“¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra, y abrir, ordenadamente, el flujo migratorio?”, apuntó López Obrador.

Al tomar la palabra, Trudeau dijo que la “máxima prioridad” de Norteamérica debe ser “poner fin al covid-19”, impulsar la recuperación económica y fortalecer las cadenas de suministro.

“Debemos asegurarnos de que nuestra economía integrada de América del Norte produzca buenos empleos y apoye a la clase media en nuestros tres países”, declaró el primer ministro canadiense.
Encuentros bilaterales

Previo a la reunión, Biden se reunió en privado con Trudeau, y posteriormente con López Obrador.

Por su parte, López Obrador recibió la mañana del jueves al primer ministro canadiense en el Instituto Cultural Mexicano (ICM) de Washington. Los jefes de Gobierno de México y Canadá se comprometieron a “buscar la reconciliación con los pueblos indígenas” y a incluir a las comunidades originarias en el centro de las políticas públicas; a combatir la desigualdad mediante la “redistribución justa de la riqueza”; y a promover la competitividad de la región.

Al término del diálogo, López Obrador se trasladó al Edificio de Oficinas Ejecutivas Eisenhower (EEOB, por sus siglas en inglés) del complejo de la Casa Blanca para reunirse con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.

En la conversación, López Obrador se pronunció sobre la integración económica en Norteamérica como puente para “ordenar el flujo migratorio”, para crear empleos y para producir los bienes y servicios “que consumimos”. “La integración de América del Norte es una opción y, como ideal, la integración del continente americano para ser la región más fuerte, económicamente, del mundo”, apuntó el mandatario.

Aunque la migración no forma parte de los principales puntos a tratarse en la cumbre, López Obrador expresó su beneplácito por la iniciativa de reforma en esa materia que impulsa la Administración de Biden.

Tras conversar con Harris, López Obrador fue recibido en la Oficina Oval por Biden. En el diálogo privado, el mandatario estadounidense destacó que ahora existe una “nueva relación” basada en el respeto mutuo y la igualdad. “Cuando asumí la Presidencia indiqué que ya no había una política de ‘buenos vecinos’, somos países iguales”, agregó el inquilino de la Casa Blanca.

En la misma jornada que dio inicio la IX Cumbre de Líderes de América del Norte, una caravana conformada por unos 3.000 migrantes partió de la ciudad chiapaneca de Tapachula con destino a la sede principal del Instituto Nacional de Migración (INM), ubicado en Ciudad de México.

La caravana de migrantes —procedentes de Honduras, Guatemala, El Salvador, Haití y Venezuela— buscaría presionar al INM para que les entreguen tarjetas para transitar por el territorio mexicano, según reportaron medios locales.

En la víspera, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que no esperaba que Biden y López Obrador llegasen a un acuerdo sobre la reinstalación del programa conocido como Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), mediante el cual, EE.UU. envió a México a cerca de 70.000 solicitantes de asilo para que esperasen allí el resultado de sus resoluciones.

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