Familiares de desaparecidos protestaron este lunes frente al Palacio Nacional de la Ciudad de México para exigir respuestas del Gobierno de López Obrador a la imparable crisis humanitaria que padece el país.
“Si Andrés Manuel no va a las fosas, las fosas vienen a él”, señalaron los manifestantes, que llevaron tierra para emular las búsquedas que tienen que realizar en todos los estados con sus propias manos, para encontrar a sus parejas, hijos, hijas o cualquier familiar que desapareció sin dejar rastro.
La movilización estuvo encabezada por los colectivos ‘Hasta encontrarte’, ‘Una luz en mi camino’ y ‘Una promesa por cumplir’, en un momento en el que, de acuerdo con los registros oficiales, ya hay 95,668 personas desaparecidas o no localizadas.
Te puede interesar: Un fuerte incendio consume una fábrica en el noreste de México
En esta ocasión, los manifestantes provenían particularmente de Guanajuato, en donde desde 2009 han desaparecido 2,369 personas y se han encontrado 215 fosas clandestinas con centenares de restos humanos, la mayoría de ellos sin identificar.
La protesta se llevó a cabo a la misma hora de la diaria conferencia de prensa de López Obrador, a quienes los familiares le solicitaron una audiencia.
Mientras el presidente hablaba con los periodistas, afuera de Palacio Nacional se colocaban pancartas con las frases: “¿dónde está la justicia?”, “no venimos a atacar a un ídolo, venimos a exigirle a un presidente”, “en lugar de besos y abrazos, tenemos balazos”, “no queremos enterrarlos, queremos abrazarlos”.
“No somos un botín”
También colocaron fotos y ropa de las personas desaparecidas, hicieron un pase de lista para mencionarlos con nombre y apellido y pintaron el asfalto con el número 90.000 y la pregunta: “¿dónde están?”.
Los familiares recordaron en un comunicado que, cuando las autoridades negaron la existencia de las fosas clandestinas, ellos demostraron que sí existían.
“Cuando nos dijeron que ya no había masacres, fueron personas inocentes las víctimas de esos delitos las que probaron que sí (…) aquí estamos las mujeres buscadoras de la verdad, de paz, de justicia, de abrazos ante una política clara de balazos, ante un presidente de oídos sordos con las víctimas pero escucha con el aplauso ciego”, lamentaron al explicar que ahora su vida pasa por completo por la búsqueda de sus familiares.
“Buscarles en vida pero también en sitios de exterminio en donde hemos sido testigos del horror más cruel e inhumano que jamás pensamos vivir”, señalaron.
Los colectivos precisaron que, cuando López Obrador le pidió pruebas al Comité de Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas que visitó recientemente México, “llegamos nosotras con la dignidad entera como prueba fehaciente de que las desapariciones existen en Guanajuato y en el país”, y que son sistemáticas y generalizadas.
“Los desaparecidos son nuestros desaparecidos, pero también del presidente y no deben repartirse en administraciones ni gestionar la verdad desde su política de militarización. Por eso hoy le traemos las fosas a Palacio Nacional, porque nos cansamos de pedirle audiencias a oídos sordos, porque estamos hartas de enterrar a nuestros seres queridos cuando queremos abrazarles”, dijeron.
En medio de las críticas a la estrategia oficial, pidieron una audiencia pública para exponer sus demandas, que López Obrador reconozca que la crisis humanitaria es responsabilidad de su Gobierno, pues la militarización aumentó la violencia; que se promueva la verdad, memoria, medidas de reparación y mecanismos de no repetición; y que se incremente el presupuesto de la Comisión Nacional de Búsqueda.
Por otra parte, exigieron que se garantice la seguridad de las buscadoras, como se denominan las mujeres que organizan la búsqueda de sus hijos e hijas en las fosas clandestinas, en muchos casos sin ningún apoyo del Gobierno; que se establezcan mesas de trabajo y un canal de comunicación entre la Fiscalía General y las fiscalías estatales; y se organice un plan de coordinación con la Comisión Nacional de Búsqueda en los estados de Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.
“Las víctimas no somos un botín político, tenemos necesidades y dolor que merece respeto y atención. Guanajuato merece políticas integrales de prevención y atención a la violencia y de delitos que se enmarcan en el ámbito federal. ¡Basta de lavarse las manos!”, advirtieron.