Desde el pasado viernes, Corea del Norte está de luto oficial por un periodo de 11 días. Casi dos semanas en las que la población debe mostrar solemnidad y no puede ni reírse, ni beber, ni celebrar nada mientras dure ese luto. La razón por la que los norcoreanos tienen que acatar todas estas prohibiciones (y algunas más) se debe a la conmemoración del décimo aniversario de la muerte de Kim Jong-il.
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Según recoge Newsweek, que cita como fuente a Radio Free Asia, para honrar el recuerdo de su padre y predecesor en el cargo, Kim Jong Un ha decretado 11 días de luto con una batería de prohibiciones que, básicamente, están encaminadas a anular cualquier tipo de demostración de emoción y alegría. Un residente de Sinuiju que ha pedido mantener su identidad en el anonimato ha contado que durante estos días no pueden beber alcohol ni tampoco “reír o participar en actividades de ocio”.
No es lo único que se les ha prohibido. Por ejemplo, si durante estos días se muere un familiar, sus seres queridos no pueden “llorar en voz alta”. Tampoco está permitido que la gente celebre sus cumpleaños hasta que finalice el luto marcado. Y el pasado viernes, coincidiendo con la fecha exacta del fallecimiento del padre del actual dictador, los norcoreanos tenían prohibido comprar comida.
“En el pasado”, apuntaba este residente anónimo, “muchas personas que fueron sorprendidas bebiendo o intoxicadas durante el período de duelo fueron arrestadas y tratadas como criminales ideológicos. Se los llevaron y nunca más se los volvió a ver”. Otro residente en Corea del Norte ha explicado que los funcionarios tienen orden de hacer cumplir la ley y “tomar medidas enérgicas” contra quienes no cumplan con las normas impuestas.
Según explica Radio Free Asia, estos periodos de luto con normas estrictas como las enumeradas son habituales en el país. Kim Jong-il sucedió a su padre, el fundador Kim Il Sung, a su muerte en 1994. En 2011, al morir, heredó el poder Kim Jong Un. Tanto en el caso de su abuelo como el de su padre, el actual líder decreta varios días de luto oficial. En el caso de su abuelo, señalan en RFA, es de una semana. A su padre le corresponden 10 días al estar su muerte más reciente y este año, al tratarse del décimo aniversario, se ha alargado un día más.
El pasado viernes Pyongyang guardó tres minutos de silencio en una ceremonia en la que participaron cientos de funcionarios encabezados por Kim Jong II frente al Palacio del Sol de Kumsusan, donde reposan los restos de Jong-iI y su padre.
Las noticias de medidas estrictas para la población de Corea del Norte y castigos aún más duros no son extrañas a la población internacional. Hace solo unos días se conocía la sentencia a muerte impuesta a un hombre acusado de piratear y distribuir la serie de Netflix El juego del calamar, originaria de la vecina Corea del Sur y prohibida en el país.
