Desde hace una década, las redes sociales en México ocuparon un espacio activo para denunciar a hombres y mujeres que se volvieron virales por su comportamiento agresivo, prepotente o —en el mejor de los casos— impertinente. Los bautizaron como ‘lords’ y ‘ladies’ en un tono de burla porque utilizaron su estatus social para no asumir su responsabilidad en un determinado acto reprobable.

A la par de conductas impertinentes, algunas personas adquirieron fama por discriminar y humillar a alguien más. Está el caso de ‘Lady Chiles’, una mujer que increpó a una trabajadora del hogar por llevarse dos chiles en nogada para alimentar a su familia.

Discriminación en México

En un país en donde hay más de 55,7 millones de personas en situación de pobreza, la actitud de esta mujer retrató el abismal nivel de desigualdad que permea en la nación, así como la discriminación que enfrenta, al menos, uno de cada cinco mexicanos mayores de 18 años, según una encuesta realizada en 2017 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

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Este órgano autónomo documentó que los mexicanos son discriminados por una variedad de motivos, incluyendo el lugar donde viven, la forma de hablar y la clase social.

Además, la discriminación social y económica se agrava por sector poblacional. La mitad de las personas indígenas encuestadas (49,3 %) respondió que sus derechos a la atención médica o a recibir apoyos sociales se respetaban poco o nada.

Para la psicóloga Lorena Díaz Orozco, los ‘lords’ y ‘ladies’ incurren en “conductas déspotas”, con la creencia de que gozan de “derechos adicionales por esta situación económica más alta”. Parte de esta convicción se enmarca en el contexto de profunda desigualdad que se vive en México.

Por el lado contrario, la maestra en psicoterapia interdisciplinaria explica que el resto de las personas recurre a las redes sociales para visibilizar los comportamientos y así “ridiculizar a estas personas, poniéndoles estos apodos, un poco en protesta, en reclamo, por esta desigualdad económica y social”.

“Esto es México, güey”

Un juicio que se extendió por un año y el pago de unos 100 dólares para la reparación de su bicicleta. Eso obtuvo Ari Santillán por denunciar a un sujeto apodado en redes sociales como ‘Lord Audi’, que en julio de 2016 lo insultó, estuvo cerca de atropellarlo con su lujoso vehículo, y además, agredió a un policía que intervino.

“Yo en ese momento iba grabando porque ya me iba aventando el carro desde cuadras atrás”, dice Santillán en entrevista con RT. “El tipo se hizo famoso porque se baja del carro, insulta al policía, avienta mi bici y suelta la frase célebre esta de ‘esto es México, güey’, y se da a la fuga”, recuerda.

Tras el incidente, Santillán fue a una agencia del Ministerio Público a denunciar a su agresor, Rafael Márquez Gasperín. “Llegué a casa en la madrugada todo derrotado de que la justicia no funciona porque no logro meter la denuncia porque los peritos no estaban”, recuerda.

Hacer justicia

La experiencia de Santillán en el activismo y una sólida red de colectivos de ciclistas fueron determinantes para que el caso se volviera viral en redes sociales y medios masivos. Fue gracias a estos factores, junto con un abogado que no le cobró un peso por representarlo, que el periodista mexicano pudo continuar con el caso y, finalmente, hacer justicia en un país en el que la probabilidad de que un delito sea denunciado y esclarecido es cercana al 1 %.

Santillán recuerda una anécdota que describe a la perfección el actuar de los ‘lords’ y ‘ladies’ de México.

“En un primer careo, yo me acuerdo que [Márquez Gasperín] me decía: ‘Yo no entiendo por qué hiciste tanto show’. Y yo así de: ‘Tú eres la estrella, tú hiciste todo, yo solo te grabé'”, cuenta a este medio.

Después de un año de juicio, ‘Lord Audi’ recibió sentencia por daño en propiedad privada y resistencia a particulares. Pagó las afectaciones de la bicicleta de Santillán y desembolsó el costo de la ecobici que destruyó por fugarse.

A cinco años de haber tenido esta experiencia, Santillán refiere que como “la justicia en México es un desastre”, cada una de las víctimas se aferra a lo que pueda tener. Como sucedió en su experiencia con ‘Lord Audi’, la mayor parte de las veces la resignación de los agredidos es “viralizar” esos comportamientos lo suficiente “para que la autoridad cambie y actúe”, dice.

En este último punto coincide Díaz Orozco. Para la psicóloga resulta fundamental que desde las instituciones se trabaje para abatir “una desigualdad económica tan terrible como se vive en México”, y para que “no exista esta impunidad”.

En la víspera, las redes sociales continúan evidenciando a los ‘lords’ y ‘ladies’ de México, con la esperanza de que el ruido generado mueva a las autoridades para resolver los casos de abusos y hacer justicia.

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