Finlandia, Suecia y Noruega reducirán su población de lobos este invierno, decisión que ha sido criticada por grupos conservacionistas que han instado a la Unión Europea a intervenir en contra de la matanza.

Los países nórdicos explican que lo hacen en un intento por controlar el número de lobos. Según informó este sábado el periódico The Guardian, en Suecia ya se ha sacrificado a la mayor parte de su objetivo anual de 27 especímenes, mientras que Finlandia autorizará la matanza de 20 lobos en su primer intento por controlar la población en siete años.

Noruega, a su vez, matará a 51 animales, lo que representa el 60% de la población de lobos del país. A pesar de que la nación dispone de una zona de protección de lobos, 25 de ellos morirán dentro de los límites de esta área.

Quejas de grupos conservacionistas

Esta medida no cayó bien en grupos conservacionistas y defensores de animales, quienes acusan a los países nórdicos de crear el ambiente más hostil para estos mamíferos en Europa occidental y de burlar las leyes de la Unión Europea que protegen a la especie. En el caso de Noruega, que no es miembro del bloque, los grupos de vida silvestre sostienen que las medidas violan la Convención de Berna sobre la conservación de la vida silvestre y los hábitats naturales europeos.

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“Es una situación horrible”, manifestó Siri Martinsen, directora ejecutiva de Noah, un grupo de derechos de los animales que desafía la caza de lobos de Noruega por vías legales.

“La gestión en Noruega está fuera de control y les están disparando solo porque a algunas personas no les gustan. Es indignante mantener una especie en un nivel en peligro crítico”, agregó.

“El denominador común en Noruega, Suecia y Finlandia son las fuertes organizaciones de caza que preocupan a los políticos”, señaló Magnus Orrebrant, presidente de una ONG sueca. “No hay granjas cerca de algunas de las manadas que están cazando este invierno. Los lobos no han creado ningún problema, pero es un lugar importante para cazar alces y los cazadores quieren una gran población de alces”, reveló.

En Suecia, las organizaciones protectoras estiman que la población de 395 lobos para 2020-21 podría haber caído por debajo de 300 para el final de aquel invierno. “Suecia le ha prometido a la UE que no deberíamos bajar de 300, ese es el mínimo”, dijo Orrebrant. “Hemos informado a la UE que 300 es demasiado poco. Tenemos un hábitat que podría albergar a más de 1000 lobos”, complementó.

Respuesta de las autoridades

Christian Anton Smedshaug, secretario de Estado del ministro de Clima y Medioambiente de Noruega, argumentó que “la principal preocupación para el manejo de grandes carnívoros es mantener el pastoreo del ganado, con las menores pérdidas posibles”. “Además, la agricultura también contribuye a beneficios comunes como los paisajes culturales y la diversidad biológica”, añadió. Asimismo, sostuvo que “los lobos también pueden representar una amenaza para los perros utilizados para la caza”.

Mientras tanto, Sami Niemi, funcionario del Ministerio de Agricultura y Silvicultura de Finlandia, expresó que la meta a largo plazo “es alcanzar la viabilidad genética de la población de lobos”, así como, “aumentar la tolerancia a la población de lobos, especialmente entre las personas que comparten su entorno”. “Cuando establecimos el objetivo para la gestión de la caza, tuvimos en cuenta que no apuntábamos a una reducción de la población”, sentenció.

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