El “líquido” detectado en el año 2018 bajo el polo sur de Marte probablemente no solo no es agua, sino que tampoco es tan líquido como los investigadores pensaron en un principio. Según un comunicado que la Universidad de Texas en Austin emitió este lunes, se trata de un espejismo, puesto que los reflejos percibidos por el radar son iguales a los que devuelven las llanuras volcánicas distribuidas por toda la superficie del planeta rojo.
Unas rocas volcánicas escondidas debajo del casquete de hielo, que se observan en las fotografías de esta región marciana, son una explicación más plausible para lo que parecía un sistema de lagos subglaciales. El descubrimiento inicial ya estaba en duda, cuando los cálculos realizados para las condiciones térmicas de ese polo dejaron poca probabilidad para que el agua, incluso muy salada, se mantuviera en estado líquido.
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“Para que el agua se mantenga tan cerca de la superficie, se requiere tanto un ambiente muy salado como una intensa fuente local de calor, pero esto no coincide con lo que sabemos de esa región”, dijo el científico planetario estadounidense Cyril Grima, el autor principal del estudio publicado el 24 de enero en la revista Geophysical Research Letters.
El espejismo del polo sur se disolvió cuando Grima agregó una imaginaria capa de hielo que cubría, dentro de un modelo, el planeta entero. El hielo virtual mostró cómo los radares verían distintos terrenos marcianos debajo de esta capa, algo que permitió a los científicos comparar las características de todo el planeta con las que esconde el casquete polar. Los reflejos brillantes serían los mismos que se ven en el polo sur, pero dispersos en todas las latitudes, según Grima.
Unas lavas ricas en hierro, convertidas en rocas, los depósitos minerales en lechos de ríos secos, entre otras opciones, son los escenarios que podrían explicar los reflejos que en el 2018 fueron interpretados de manera equivocada. En la Tierra los radares aprecian de forma similar estas clases de terrenos, según el estudio.
A pesar de esta revisión, Grima no descarta que haya mucho hielo de agua en Marte, incluso en los mismos polos, pero dentro del casquete. Su mapeo, cuya autoría comparte con el geofísico francés Jérémie Mouginot, de Grenoble, se fundamenta en 3 años de escaneo de la superficie del planeta rojo por MARSIS, una herramienta a bordo del orbitador Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA).