En julio de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que las Fuerzas Armadas, en especifico la Secretaría de Marina, tomaría el control administrativo y de seguridad de las 49 aduanas con las que cuenta el país. No obstante, ahora tienen otra encomienda: vigilar la seguridad de los pasajeros que ingresan o salen del país desde los diferentes aeropuertos en la República.
La vigilancia de la Marina se hará presente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), así como en los aeródromos de Cancún y Cozumel, en Quintana Roo; Mérida y Chichen Itzá, en Yucatán, y Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas.
A esta encomienda se agregarán en un futuro el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que será inaugurado el 21 de marzo, así como los aeropuertos de Tulum y Palenque, que serán reconfigurados y ampliados por las Fuerzas Armadas.
Dichos aeropuertos son fundamentales en el enclave de conexiones que podrán brindar para el Tren Maya, el cual está proyectado para iniciar operaciones en diciembre de 2023 y que recorrerá cinco estados del sureste: Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas.
Los aeropuertos de Mérida, Cancún, Cozumel y de Tapachula son operados por el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) y representan una ventaja para el ingreso de turistas hacia el Caribe mexicano.
De acuerdo con su último reporte de enero de 2022, los aeropuertos de Asur han movilizado a 2 millones 826 mil 369 pasajeros.
El AICM es operado por el Grupo Aeroportuario del Valle de México. El aerodrómo de Chichén Itzá está concesionado a Grupo Ciclo y el de Tuxtla Gutiérrez pertenece al Grupo Aeroportuario de Chiapas, una empresa con participación estatal y federal.
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El objetivo de la entrada de la Marina a las terminales aéreas es combatir la corrupción y frenar el tráfico de drogas, armas y dinero. Aunado a esto, otra de las misiones que tendrán los efectivos militares es ofrecer a los turistas que visitan México una mejor experiencia de seguridad y evitar que sufran extorsiones o sean víctimas de la corrupción y el contrabando.
“Que podamos dar atención como lo merecen los turistas, los visitantes y que no haya extorsiones, pérdida de tiempos, y desde luego evitar la corrupción y el contrabando, el que las aduanas no estén controladas por la delincuencia de cuello blanco y de la delincuencia organizada”, comentó el jefe del Ejecutivo federal hace unas semanas.
Hacia la segunda quincena de enero de este año, la Secretaría de Marina desplegó a alrededor de 250 elementos para la seguridad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), tanto en la aduana como en la terminal aérea, con lo que se desplazó al mismo número de miembros de la Guardia Nacional asignados a dichas tareas.
El AICM es uno de los principales puertos aéreos de México, tan sólo el año pasado recibió a 35 millones 854 mil 378 pasajeros. En cuanto a mercancías, el AICM logró mover 565 mil 852 toneladas en 2021.
No obstante, a la par de su dinamismo en el movimiento de pasajeros y carga, también lo son así los volúmenes de decomisos que se hacen en esta terminal en materia de drogas y armas.
Por ejemplo, de acuerdo con reportes a los que tuvo acceso Forbes México, tras la intervención de la Marina en este complejo aeroportuario en lo que va de enero de este año, se han decomisado en el AICM alrededor de 54 kilos de cocaína. Si se compara el mismo periodo con 2021, el aumento fue del 34%.
De abril a agosto del año pasado, la Marina reportó el aseguramiento de 204 kilógramos de fentanilo que provenían de Hong Kong y que pretendían entrar por la aduana del AICM. De igual forma, en abril de 2021, la Marina incautó 1,190 kilógramos de cocaína que provenían de Medellín, Colombia.
Desde septiembre de 2020, efectivos de la Marina reforzaron los patrullajes y vigilancia sobre la aduana del AICM y se desplegó a la Guardia Nacional para la protección de la terminal. No obstante, fue a principios de este año cuando la Marina tomó el control total de esta instalación aérea.
Fuentes de la Semar informaron a Forbes México que el despliegue de marinos a tareas de vigilancia en el AICM obedecen a la instrucción presidencial de garantizar que no ingresen ni salgan del país sustancias ilegales y evitar la corrupción de los agentes aduanales que en el pasado han actuado en complicidad de las organizaciones del crimen para el trasiego de drogas y armas.
