Hasta el momento se han podido comprobar más de 70 ataques separados rusos contra hospitales, ambulancias y médicos en Ucrania, y el número aumenta “cada día”, según reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sostiene la OMS que atacar los establecimientos de salud se ha convertido en parte de la estrategia y la táctica de la guerra.

Videos y fotos publicados online por el teniente de alcalde de Járkov (este) muestran daños extensos en el hospital central recientemente renovado en Izium, al sur de la ciudad. Una nueva área de recepción construida el año pasado fue completamente destruida.

“Después del primer bombardeo, las ventanas del hospital explotaron”, dijo a la BBC el vicealcalde Volodymyr Matsokin.

“Un segundo ataque destruyó los quirófanos del hospital”, añadió.

Durante el último mes, las fuerzas rusas han atacado repetidamente hospitales, ambulancias, médicos, pacientes y bebés en Ucrania, detalló asimismo un reporte de la agencia estadounidense de noticias Asociated Press (AP).

La agencia afirma haber documentado de forma independiente 34 ataques de este tipo, lo que podría influir en un posible juicio internacional contra Vladimir Putin, el presidente ruso, y sus líderes por crímenes de guerra.

“Para obtener una condena -escribe AP- los fiscales tendrán que probar que los ataques no son accidentes ni daños colaterales”.

“Lo que está surgiendo, documentado día a día por la AP, muestra evidencia de un asalto regular e implacable contra una infraestructura civil, que sirve para salvar vidas y proteger a los más vulnerables en Ucrania.

Los reporteros de la AP en Ucrania han visto por sí mismos los resultados mortales de los ataques rusos contra objetivos civiles: los momentos finales de los niños cuyos pequeños cuerpos han sido destrozados o sus extremidades fueron arrancadas, han visto decenas de cadáveres, incluidos los de niños, apilados en fosas comunes.

De hecho, la ONU ha recibido un número “creciente” de información que confirma la existencia de fosas comunes en la sitiada Mariupol (sudeste), y ha obtenido “información satelital” sobre una de estas fosas comunes. Así lo afirmó Matilda Bogner, jefa de la misión de monitoreo de las Naciones Unidas en Ucrania.

Los ataques deliberados a hospitales serán una prioridad para los fiscales que investigan crímenes de guerra, advierten los expertos en derecho internacional.

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Rusia niega las informaciones de ataques a centros de salud y sostiene que se trata de “puestas en escena” y “fake news” como la imagen de la mujer embarazada que fue fotografiada siendo evacuada de un hospital pediátrico y maternidad bombardeado en Mariúpol.

Pero, luego se confirmó que murió junto con su bebé, según reportes de los medios internacionales, entre ellos AP, que había fotografiado la escena del rescate, donde se ver a la mujer acariciando la parte inferior de su abdomen ensangrentado mientras los rescatistas la transportaban entre los escombros.

Su rostro pálido reflejaba su conmoción y gravedad de las heridas y fue uno de los momentos más brutales en la guerra de Rusia contra Ucrania.

Días después se informó que, a pesar de la rápida intervención, los médicos no pudieron salvarla ni a ella ni su bebé. 

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