Incluso el día en que se celebra la Pascua ortodoxa, la guerra en Ucrania no cesa y los combates entre los invasores rusos y las fuerzas locales continúan con intensidad en los distintos frentes de la ofensiva lanzada por Moscú en el Donbás, así como los bombardeos contra ciudades del sur, especialmente Mariupol.
La llamada “ciudad mártir”, sitiada desde el inicio del conflicto, y Odesa, donde los ucranianos también temen la posibilidad de un ataque no convencional con armas químicas son blanco de la arremetida del ejército del Kremlin.
Mientras tanto, la ONU demanda una tregua “inmediata” en Mariupol para evacuar a los civiles de la ciudad ucraniana sitiada por las fuerzas rusas, tras fallidos intentos de ayer y acusaciones recíprocas entre Kiev y Moscú por esos fracasos de rescatar civiles.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, escuchó al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en una conversación telefónica centrada en las negociaciones entre Rusia y Ucrania ayer domingo.
Así lo informó la oficina de la presidencia turca citada por la agencia de noticias turca TASS. Durante la llamada telefónica, Erdogan reiteró la voluntad de Turquía de apoyar el proceso de negociación, incluso con un papel de mediador.
“Tuve una conversación telefónica importante con Erdogan.
En la víspera de su entrevista con Putin, subrayé la necesidad de la evacuación inmediata de civiles de Mariupol, incluida la planta siderúrgica de Azovstal”, incluso para las “tropas varadas”, señaló el presidente ucraniano Volodimir Zelensky en Twitter.
“Discutimos el proceso de negociación, la coordinación con Turquía y otros países sobre garantías de seguridad para nuestro Estado. También planteó cuestiones relacionadas con las capacidades de defensa de Ucrania y la seguridad alimentaria mundial, que se ve amenazada por el bloqueo de la navegación en el Mar Negro”, añadió.
La situación de Mariupol, la ciudad puerto en el sueste de Ucrania, es dramática. “Hoy, en Semana Santa, los invasores rusos continúan bombardeando e intentando asaltar la planta de Azovstal en la ciudad sitiada de Mariupol, lanzando ataques aéreos sobre las cabezas de los niños”, dijo textualmente el comandante adjunto del regimiento de Azov, el capitán Sviatoslav Palamar, en un discurso en video, según informó un corresponsal de la agencia de noticias Ukrinform.
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“Recuerden, ahora mismo que comparten imágenes de Pascua y disfrutan de la tregua, que el enemigo está lanzando bombas sobre las cabezas de niños inocentes en Mariupol”, afirmó Palamar, y agregó que los rusos continúan “lanzando ataques aéreos, disparos de artillería, de tanques y misiles desde cañones navales”.
Está en marcha un nuevo intento de abrir un corredor humanitario en Mariupol, pero nadie sabe si prosperará. La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk anunció, en Telegram, el inicio de las operaciones.
Los ciudadanos que logren ser evacuados serían llevados a Zaporiyia. Vereschuk advirtió a los civiles, pidiéndoles que “estén atentos y vigilantes”, pues el riesgo, dijo, es que los rusos puedan organizar un “corredor paralelo que conduzca a los territorios rusos” y terminen deportados.
Las dos últimas pequeñas víctimas ucranianas reportadas tenían 14 y 5 años. Fueron asesinadas en Donetsk, donde su hogar fue destruido durante los combates entre rusos y ucranianos, dijo el gobernador de la región, Pavlo Kyrylenko, en un tuit.
En las últimas dos semanas, Moscú ha intensificado su ofensiva en la región de Donbás, según funcionarios ucranianos, con fuertes combates reportados casi a diario en las regiones de Donetsk y Luhansk. Según el último informe de la ONU actualizado al 21 de abril, 184 niños han muerto y 286 han resultado heridos desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania a fines de febrero.