En los últimos 20 años, a medida que se agravan los efectos del calentamiento global, la necesidad de financiación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para hacer frente a desastres climáticos se ha disparado en más del 800 %, según un nuevo estudio publicado el pasado 4 de junio por Oxfam, un movimiento internacional contra la desigualdad social.

Según el estudio, los crecientes desastres relacionados con el cambio climático afectan principalmente a las personas en mayor situación de pobreza, donde una sequía, una cosecha fallida o una inundación son suficientes para acarrear hambre y muerte.

Sin embargo, son estos países los que menos incidencia tienen en el calentamiento global, ya que las emisiones provienen en su mayor parte de países más ricos, que, a su vez, están menos expuestos a estos daños, ya que cuentan con la infraestructura pública y el poder económico necesario para recuperarse.

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El aumento de la necesidad de financiación de la ONU, en correspondencia con el aumento de desastres naturales, no ha sido cubierta en los últimos años. Según las estimaciones del estudio, en el último lustro esta organización ha sufrido un déficit de financiación de entre 28.000 y 33.000 millones de dólares, lo que le impide al sistema actuar con eficacia. Además, las cifras ofrecidas a las naciones afectadas están lejos de acercarse a las pérdidas reales.

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Según este estudio, los principales responsables del cambio climático, los países ricos, que han contribuido en un 92 % al exceso de emisiones de carbono históricas, deben implementar nuevas medidas de financiación ante las pérdidas y los daños sobre la base del principio de ‘quien contamina, paga’. La ayuda resulta esencial frente a un panorama ambiental que prevé el aumento de fenómenos naturales.

Para lograrlo, estos mismos países podrían sumar nuevas fuentes de recaudación, por ejemplo, aplicando impuestos sobre las emisiones del transporte marítimo internacional y sobre la extracción de combustibles fósiles, gravando de este modo a las empresas más contaminantes.

Actualmente, la cooperación internacional en materia de cambio climático no establece un compromiso financiero por parte de los países desarrollados frente a los desastres relacionados con el clima, indica Oxfam. En la cumbre medioambiental celebrada en Escocia el año pasado (COP26), estos países rechazaron la propuesta de crear un servicio de financiación de pérdidas y de daños y el tema fue pospuesto para futuros debates.

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