El pasado jueves 27 de octubre, Elon Musk concretó la compra de la red social por 44,000 millones de dólares. Tras la noticia, usuarios comenzaron a externar su preocupación en la propia empresa sobre el nivel de control o las libertades que se perderían bajo la nueva dirección, comenzando a crear nuevas cuentas en otras plataformas, como Mastodon y Discord.

De acuerdo con Wired, solamente entre el 20 y el 27 de octubre, se inscribieron unas 18,000 personas en esta red social, y al 28 de octubre se contabilizaban 381,113 usuarios, según Eugen Rochko, director general de la plataforma.

El movimiento comenzó a tomar fuerza apenas horas después de la noticia de la adquisición, generando tendencias en Twitter con #TwitterMigration, en previsión a que se dieran cambios radicales en la nueva red social de Musk.

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De acuerdo con la propia Mastodon, el nombre de su plataforma comenzó a ser tendencia conforme más usuarios creaban nuevas cuentas y las anunciaban en Twitter para que sus seguidores también los pudieran encontrar en sus nuevos sitios.

Según Mastodon, esto derivó en que solamente durante el viernes 28 de octubre, se registraron más de 70,000 nuevas cuentas, lo que derivó en una sobrecarga a los servidores por “el pico extremo” de usuarios.

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Los argumentos para decidir abandonar Twitter

Las razones para decidir cambiarse son variadas, y Wired recoge los argumentos de distintos usuarios. Por ejemplo, en el caso de Cassie LaBelle, escritora que es parte de la comunidad transgénero en Twitter, escribió en su momento que “no sabía si Musk compraría y destruiría la plataforma”.

Por esto, inició su propio servidor de Discord, que a pesar de no ser lo mismo, le permitiría “llevar consigo” a toda la comunidad para tener un espacio de respaldo que se sienta seguro, sobre todo por el riesgo que presentan las reglas de moderación, que puede convertirse en un problema para grupos marginados.

Otro caso es el de comunidades académicas y tecnológicas, que también se encuentran publicando sus perfiles de Mastodon en sus biografías o nombres de Twitter.

También está la situación de empresas, como Danny Groner, director de marketing en el grupo de riesgo Forecast Labs, que utiliza la plataforma para conectarse con la gente de forma profesional. A pesar de que no va a dejarla en este momento, lo tiene contemplado si la red social cambia y afecta la presentación del contenido inapropiado, donde Mastodon funciona como plan de contingencia si trolls y acosadores aumentan en Twitter.

Hay algunos que incluso son más extremos, como con Matt Haughey, quien tenía contemplado dejar Twitter en el momento en que el trato por la adquisición de la plataforma se completara, pues “no confía” en el juicio de Musk, ni quiere ser parte de una empresa de su propiedad.

Sin embargo, quizá el caso más sonado de todos es el de Nibel (@Nibellion), un periodista especializado en noticias de videojuegos, quien también anunció que dejaría la plataforma, por apoyo financiero, pero también por las preocupaciones sobre el liderazgo de Musk.

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