Las victorias republicanas en el Congreso de Estados Unidos le traerán dolores de cabeza a Joe Biden, conforme trata de canalizar ayuda para Ucrania y combatir el cambio climático, pero con unos resultados inesperadamente estrechos en las elecciones de medio mandato, el presidente seguirá al mando en la escena mundial.

El republicano Kevin McCarthy, quien está listo para convertirse en el próximo presidente de la Cámara de Representantes, advirtió que no habrá un “cheque en blanco” para Ucrania, al tiempo que su partido es profundamente hostil respecto a la acción climática.

Sin embargo, la corriente principal republicana ha acompañado a los demócratas de Biden en la aprobación de miles de millones de dólares para Ucrania y estas elecciones no catapultaron al ala más radical del Partido Republicano, lo que dejó a los demócratas mejor parados de lo que normalmente podría esperar el partido en el poder.

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Si los republicanos ganan el control de al menos una de las dos cámaras, como probablemente sucederá, sus acciones inmediatas podrían ser sesiones para movilizar a sus bases y entorpecer al equipo de política exterior de Biden.

“No tendrán los votos para anular el veto presidencial. No tendrán el poder para imponer una agenda afirmativa”, considera Brian Finucane, ex alto funcionario del Departamento de Estado y ahora miembro del International Crisis Group.

“Donde podrían ejercer poder es en el bloqueo de iniciativas de la administración o en aplicar supervisión”, añadió.

Los temas de debate que podrían entusiasmar a los republicanos van desde la caótica retirada estadounidense de Afganistán hasta investigar el origen del covid-19.

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