México libra una nueva batalla para recuperar sus piezas arqueológicas. Después de que en noviembre el presidente Andrés Manuel López Obrador hablase de las “asperezas diplomáticas” con Francia sobre este asunto, las autoridades han pedido a una casa de subastas de París que detenga la venta de bienes patrimoniales mexicanos.
La subasta en cuestión, ‘Les Empires de Lumiere (III) Trois Collections Privées Européennes’ (Los Imperios de la Luz (III) Tres Colecciones Privadas Europeas), la organiza la Maison de Ventes Aux Enchéres Millon et Associés y ofrece en línea 85 bienes arqueológicos mexicanos. Está prevista para el próximo 12 de diciembre.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) junto a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México han condenado “enérgicamente” el evento.
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Especialistas de INAH concluyeron, según un comunicado, que las 85 piezas son “bienes prehispánicos que forman parte del patrimonio cultural de la nación mexicana, definidos y protegidos por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”.
“Se trata de piezas teotihuacanas, de la costa del Golfo, el Bajío, el Occidente mexicano, el Altiplano Central, de la mixteca y zapoteca de Oaxaca, del área maya, de estilos Mezcala y Comala, así como olmecas, entre otras”, apunta el texto.
Las autoridades presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de la República y pidieron a la Dirección General de Asuntos Policiales Internacionales de la Interpol que se implementen las acciones necesarias para repatriar estos bienes.
“Apelamos a la sensibilidad”
“De nuevo apelamos a la sensibilidad de posibles compradores de piezas arqueológicas que seguramente fueron extraídas de manera ilegal de nuestro país. Nos oponemos a las subastas de piezas originarias de culturas de México”, escribió en Twitter Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente mexicano.
López Obrador reconoció en noviembre que los franceses “se resisten” a devolver las piezas. “Pero yo estoy seguro que van a cambiar”, agregó el mandatario, que definió a su par francés, Emanuel Macron, como alguien “muy apegado a la cultura”.
A mediados de noviembre, las autoridades condenaron otra subasta con patrimonio cultural mexicano en la casa Binoche et de Giquello, ubicada también en París. Lo mismo hicieron en octubre con otros dos eventos organizados en la capital francesa.
El Gobierno mexicano tiene como una de sus banderas internacionales la recuperación del patrimonio cultural. Por ello, ha puesto en marcha una campaña, bajo el lema ‘Mi patrimonio no se vende’, con la que ha conseguido el retorno de alrededor de 10.000 piezas que estaban de manera ilegal fuera del país.