De los pronósticos para el cierre del 2022 de la Encuesta Anatec-AMIB, llama la atención la enorme dispersión (máximos y mínimos) que hay entre los analistas de los precios objetivo, así lo consideró Javier Bernal, líder de la encuesta en entrevista con El Economista.

“Sin duda, esto responde a la enorme incertidumbre que prevalece en los mercados a nivel global, que caracterizó todo este año y que se ve altamente probable, prevalecerá el próximo año sin grandes cambios.

“En general se espera que sea un mejor año para las bolsas, aunque con una esperanza de rendimientos marginales (menores) a un dígito. Para el caso de peso se proyecta algo de debilidad de alrededor del 3% (20.40 pesos), no así para el euro donde se observa una posible recuperación de alrededor del 4% al cierre 2023 (1.08 dólares)”, comentó Bernal, director de mercado de dinero de Monex.

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 Jacobo Rodríguez — Black Wall Street Capital

El escenario para 2023 es todavía muy incierto principalmente por una palabra que se debe considerar clave: “divergencia”. Son muy claras las diferencias que hay en cuanto al ritmo inflacionario de Europa con respecto a otras regiones y es que en dicho continente no se observa un proceso de desaceleración en la inflación general, situación que ya se observa en Estados Unidos y otros países de América. Dicha situación implica también divergencia entre las posturas de política monetaria de diversos países y esto pudiera tener un impacto considerable en el mercado cambiario a lo largo del 2023 que tendrían efectos en otras clases de activos.

No se puede esperar una estabilización de los mercados financieros en el corto plazo, mientras no se genere cierta sincronía global en cuanto a la actividad económica, a la evolución de los precios y a las políticas monetarias y fiscales; esto nos lleva a pensar en que la volatilidad se mantendrá en el 2023. A esto hay que añadir la alta probabilidad de que se materialice una recesión en algunas regiones. Ante lo anterior, se debe mantener una postura defensiva en los portafolios de inversión.

Alfredo Huerta — Advalue

El análisis técnico ha sido un aprendizaje y experiencia muy gratificante a lo largo de mis 35 años de trabajo en el sector financiero y bursátil. Creo que es muy importante considerar que el análisis técnico no significa un “análisis aislado” del comportamiento de mercados o instrumentos.

El análisis técnico enriquece en mucho tu proceso de análisis y te ayuda a tratar de visualizar lo que está sucediendo y podría suceder hacia adelante en cada uno de los mercados analizados como parte de una probabilidad de ocurrencia.

Hay tendencias primarias, secundarias y terciarias que ayudan a mostrar oportunidades de inversión en diferentes tiempos. Hay formaciones técnicas, que ayudan a identificar probables oportunidades de inversión o desinversión de acuerdo a su condición.

Algo muy relevante que me ha ayudado en estos años ha sido incluir herramientas como el análisis de Fibonacci, que muchas veces pueden ser niveles que tienen respuestas muy interesantes y poco esperadas en el mercado.

Hoy existen plataformas que te ayudan a tener un universo de instrumentos, aprovechar coyunturas de mercados nacionales e internacionales. Ante un Valor de Capitalización del mercado estadounidense que representa el 47% del valor total mundial, no podemos de dejar de analizar esa condición, que muchas veces puede modificar un análisis local.

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