2022 ha sido el año más mortífero en los territorios palestinos ocupados por Israel y en el país hebreo, donde al menos 170 personas murieron en enfrentamientos, protestas y como consecuencia de los operativos de las fuerzas de seguridad israelíes, denunció el coordinador especial de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, en un informe publicado este lunes.
Hasta el 7 de diciembre se registró la muerte de más de 150 palestinos y más de 20 israelíes, pero la cifra de personas asesinadas sigue en aumento. “Me horroriza especialmente que los niños sigan siendo víctimas de la violencia”, lamentó Wennesland.
El enviado de la ONU manifestó su preocupación ante los “continuos asesinatos de palestinos por parte de las fuerzas de seguridad israelíes”, así como por el “fuerte aumento de la violencia contra civiles en ambos lados”.
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Los asentamientos israelíes
Además, calificó de “muy preocupante” la expansión de los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada, incluyendo Jerusalén Este. “Los asentamientos constituyen una violación flagrante de las resoluciones de Naciones Unidas y del derecho internacional”, afirmó. Al respecto, rechazó las “continuas demoliciones y expropiaciones de estructuras palestinas” como escuelas y propiedades de los palestinos por parte de Israel.
A lo largo de este año, en Jerusalén Este ocupado, el número de unidades de vivienda casi se ha triplicado con respecto a 2021, llegando a unas 3.100 unidades. “Hago un llamado al Gobierno de Israel para que cese inmediatamente el avance de todas las actividades de asentamiento”, urgió Wennesland.
La violencia debe cesar y todos los responsables “deben rendir cuentas”, añadió el coordinador especial de la ONU pidiendo a las partes, a los países de la región y a la comunidad internacional tomar medidas concretas para garantizar la paz y trabajar por el establecimiento de dos Estados.