Suiza registra una ausencia muy inusual de nieve en los Alpes, una situación que nadie puede dejar de relacionar con el cambio climático y que este fin de año se hará más obvio en vista de que las previsiones anuncian temperaturas de primavera este fin de semana, con 12 grados a 1.500 metros de altura.
En ciudades como Basilea o Ginebra, el termómetro subirá hasta los 17 o 18 grados centígrados este fin de semana de Año Nuevo, tras lo cual se pronostica un descenso de las temperaturas, aunque estas se mantendrían por encima de la norma en la primera semana de enero, con baja probabilidad de precipitaciones.
“Nos acercamos a temperaturas extremas para un mes de diciembre, pero no se debería batir el récord absoluto”, ha señalado un experto del organismo de meteorología MétéoSuisse.
Las suaves temperaturas son en parte consecuencia de una corriente del suroeste que trae consigo aire tropical tibio, según los especialistas.
En la región suiza de los Prealpes, entre los 1.000 y 1.500 metros de altura, se está viviendo un periodo que, de acuerdo a las estadísticas de largo plazo, está entre los menos nevados, ha comentado al periódico La Tribune de Genève el experto del Instituto para el Estudio de la Nieve y las Avalanchas de Davos, Christophe Marty.
Debido a esto las estaciones de esquí de baja y mediana altitud están sufriendo de falta de nieve y muchas de ellas han tenido que cerrar, con el consiguiente impacto económico negativo en uno de los periodos más frecuentados del año para las instalaciones invernales.
Las estaciones de esquí que cuentan con equipamiento para la nieve artificial han podido seguir operando, pero incluso esta opción requiere de condiciones meteorológicas específicas, en principio que no haya demasiado calor ni humedad.
Además, el uso de nieve artificial requiere de importantes volúmenes de agua que las estaciones deben pagar.
“Solo se han registrado tres o cuatro inviernos con menos nieve que ahora, y no ocurrieron mucho tiempo atrás, en todos los casos en lo últimos diez años”, según Marty.
Otro dato inquietante es que la isoterma 0 -la zona o altitud con cero grados centígrados y arriba de la cual las temperaturas son negativas y la precipitación toma forma de nieve- ha subido 250 metros en el último medio siglo.
Hace 50 años, la isoterma 0 se ubicaba en torno a los 600 metros.
En Suiza, las precipitaciones más recientes han caído como nieve por encima de los 2.000 metros de altura, por lo cual la lluvia es más frecuente y la nieve dura menos tiempo.
“La tendencia es a que los días de nieve lleguen más y más tarde, mientras que ya está claro que en primavera la nieve desaparece más pronto”, comentó Marty.