Entre todos los acontecimientos actuales, lo más importante para observar en 2023 es la situación de los mercados laborales en Estados Unidos, específicamente, los cambios alrededor de la tasa de desempleo y su interacción con la tasa de interés de referencia de ese país mediante la política monetaria implementada por la Reserva Federal (Fed).
Uno de los supuestos en los que reposa la política monetaria actual es la idea de que los movimientos en las tasas de referencia monetaria influyen en el crédito y el consumo, lo cual eventualmente se ve reflejando en el número de personas empleadas. En ese sentido, a lo largo de 2022, la Fed subió la tasa de política monetaria de EUA a fin de inducir una desaceleración en los mercados laborales que, a su vez, contribuyera a disminuir las presiones inflacionarias. No obstante, los mercados laborales se han mostrado resilientes, y la pregunta más importante es si las alzas de tasas de interés pueden enfriar la demanda agregada sin afectar el mercado laboral o no. Las últimas observaciones del mercado laboral sugieren que un escenario de soft landing, en la que el consumo se ralentice sin afectar demasiado la tasa de empleo es, por lo menos, imaginable. De manera general, el número de empleos creados en EUA durante 2022 estuvo por encima de las expectativas, por lo que la tasa de desempleo se mantuvo estable alrededor del 3.5% de la fuerza de trabajo.
Hay razones para creer que la relación entre tasas de interés y mercados laborales en EUA se ha atenuado en los últimos años. La propia Fed ha manifestado que hay tres acontecimientos que probablemente hayan cambiado comportamientos que se consideraban típicos en el pasado. Los dos primeros tienen que ver con la pandemia de COVID-19 y todos han fortalecido a los trabajadores de bajos ingresos:
La gente que murió de COVID redujo la fuerza laboral en general; en el mismo tenor, las personas que sufren de COVID largo y que entran y salen de los mercados en función de su bienestar físico introducen intermitencia en los mercados laborales o son menos productivos cuando trabajan, aumentando la demanda por mano de obra.
El confinamiento la que llevó la pandemia, así como la perspectiva de trabajar en casa por un tiempo prolongado llevó a que, en los últimos dos años, se jubilaran más personas de lo esperado, lo cual también ha reducido la oferta de mano de obra.
Una política migratoria marcadamente restrictiva del gobierno de Joe Biden ha alterado el segmento de mercadode trabajadores con remuneraciones bajas.
Es difícil predecir qué va a pasar con los mercados laborales en Estados Unidos y cuándo encontrarán equilibro, o si será estable. En ese sentido, 2023 será un año para reaprender sobre mercados laborales. Pero, intuitivamente, si el problema de fondo es el faltante de trabajadores, se corre el riesgo las alzas de tasas de interés sí depriman cierta parte de la demanda sin enfriar los mercados laborales, resultando en dinámicas poco observadas anteriormente en cuanto a los efectos distributivos de la inflación, así como en la forma en la que las empresas ajustan sus costos de producción.
De cualquier cualquier forma, los movimientos en los mercados laborales en Estados Unidos es la variable a observar, ya que si la Fed sigue subiendo tasas hasta que se enfríen, es altamente probable que el resto de los bancos centrales la sigan, encareciendo el costo de capital en el mundo.