La oficina de la Casa Blanca de Estados Unidos ha rechazado durante una sesión informativa, las especulaciones que señalaban que que los objetos aéreos derribados en los últimos días tengan algún componente extraterrestre, según  la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre.

Hasta ahora solo en Estados Unidos se han derribado tres objetos aéreos separados durante el fin de semana, días después de que se diera la orden de acabar con un globo de vigilancia cerca de la costa de Carolina del Sur, luego de que atravesara parte del país.

Parte de los rumores se dieron luego de que el comandante del Comando Norte del Pentágono, Glen D. VanHerck, fuera interrogado sobre si los funcionarios había descartado ya la posibilidad de que estos objetos estuvieran conectados con extraterrestres, a lo que respondió que “la comunidad de inteligencia y de contrainteligencia debían contestarlo, y que hasta ese momento no se había descartado ningún posible origen”.

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Un programa chino de globos para la recopilación de inteligencia

Durante la sesión informativa también habló John Kirby, del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien reveló que aunque no se pueden dar muchos detalles al respecto, el gobierno americano pudo determinar que China cuenta con un programa de globos aerostáticos dedicados a la recopilación de inteligencia, que están conectados al ejército del país.

Kirby también detalló que tanto Estados Unidos como Canadá han estado examinando de forma más detallada el espacio aéreo tras la incursión de China, y la destrucción de los globos se ha hecho “con mucha precaución” para proteger los intereses del país, pero también la seguridad de los vuelos.

Según el almirante, a pesar de que los globos aerostáticos no son una amenaza directa para el país, los objetos han sido derribados por el riesgo potencial al tráfico aéreo civil. Estos globos no estaban tripulados ni controlados, pero no se podía descartar que no estuvieran vigilando sitios militares y por eso el presidente Joe Biden dio la orden de destruirlos.

En el caso del último objeto derribado el 12 de febrero sobre el lago Huron, Kirby adelantó que probablemente se encuentra en aguas “muy profundas”, mientras que el de Canadá se encuentra también en una zona bastante remota, por lo que son difíciles de recuperar.

Sin embargo, a pesar de acabar con ellos, el gobierno de Estados Unidos todavía sigue monitoreando activamente sus cielos, además de consultando con aliados y compartiendo inteligencia.

Un caso diferente al resto

Sin embargo, John Kirby dice que el primer globo derribado era operado efectivamente por China, y desde el gobierno sabían que estaba habiendo, hacia dónde se dirigía, además de que era capaz de transportar tres autobuses escolares y volar más alto que los demás.

En específico, este se encontraba a 18,000 metros, por encima de la altitud de aviación comercial, claramente controlado y maniobrado, probablemente usado para monitorear sitios militares sensibles, mientras que los otros tres volaban entre 6,000 y 12,000 metros, una altura “mucho más peligrosa”, y no contaban con sistemas de propulsión, moviéndose de forma menos predecible con el viento.

Por lo pronto el gobierno está trabajando todavía en sacar el globo espía chino del agua, y parte de la carga que no se hundió en el fondo del Atlántico ya ha sido recuperada, mientras que el resto se encuentra a unos 13 metros de profundidad, pero por las condiciones climáticas “bastante duras” en la costa este de Estados Unidos, aún no se ha completado el proceso.

Kirby también adelantó que es posible que se sigan encontrando más de estos objetos, pues ahora se están buscando activamente, pues el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha recalibrado sus sistemas de detección para buscar objetos más pequeños en el cielo que se mueven a una menor velocidad y altitudes más bajas.

Recordemos que China ha admitido que el globo era suyo, pero que el que se encontrara en espacio aéreo estadounidense fue producto de que se extravió, con fines científicos y de investigación, pero no de vigilancia.

Del lado de China, a pesar de que Estados Unidos comentó durante la sesión que no habían enviado globos de vigilancia hacia el país, Wang Wenbin, ministro de Relaciones Exteriores dijo que han llegado al menos 10 globos no autorizados al espacio aéreo chino desde el año pasado.

Wenbin incluso comentó que era “común” que los globos de gran altitud de Estados Unidos lleguen a otros países, y según el ministro, el país debería “reflexionar sobre sí mismo y cambiar en lugar de calumniar, desacreditar o incitar a la confrontación”.

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