Un equipo de arqueólogos ha encontrado los restos de un palacio de 4.500 años de antigüedad y un importante templo sumerio en el sur de Irak, en la gobernación de Dhi Qar.
El hallazgo se hizo en el territorio de lo que antes era la ciudad sumeria de Girsu, descubierta en el siglo XIX, y que hoy en día se conoce con el nombre Tello. En su época era la capital del reino Lagash y un importante centro administrativo en Mesopotamia.
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La zona donde se descubrió el complejo arquitectónico fue investigada en el marco del proyecto The Girsu, una iniciativa conjunta organizada por el Museo Británico, la Junta Estatal de Antigüedades y Patrimonio de Irak (SBAH) y el museo de J. Paul Getty.
En otoño del año pasado, los arqueólogos identificaron los primeros muros de adobe del palacio de los reyes sumerios, donde hallaron más de 200 tablillas cuneiformes, los registros administrativos de la urbe, indicó el Museo Británico en un comunicado de este viernes.
En el complejo también descubrieron el principal santuario construido en honor al dios sumerio Ningirsu. El templo Eninnu, que significa ‘pájaro blanco del trueno’, fue encontrado en el recinto sagrado llamado Urukug y en su día era uno de los lugares de culto más importantes de toda Mesopotamia.
Antes de este hallazgo, solo se sospechaba de la existencia del templo Eninnu a partir de inscripciones antiguas recuperadas en la zona hace 140 años, cuando fue descubierta la ciudad. Desde aquel entonces, la búsqueda de Eninnu se convirtió en la obsesión de los arqueólogos.
“Mientras nuestros conocimientos del mundo sumerio hoy en día siguen limitados, el trabajo en Girsu y el descubrimiento del palacio y templo perdido supone un enorme potencial para nuestra comprensión de esta importante civilización, arrojando luz sobre el pasado e informando sobre el futuro”, declaró el director del Museo Británico, Hartwig Fischer.