La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Yasmín Esquivel plagió la tesis con la que obtuvo en 2009 el grado de doctora en Derecho por la Universidad Anáhuac, escuela privada de México y fundada por los Legionarios de Cristo.
En la edición México, el prestigiado medio de comunicación de habla hispana internacional, El País comprueba “209 de las 456 páginas de su tesis ‘Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano’ y su defensa se corresponden con trabajos publicados antes por otros 12 autores, entre los que hay un exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); un exministro español de Cultura y un expresidente del Tribunal Supremo de España; un expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como juristas mexicanos, italianos, españoles y alemanes”.
De acuerdo con el trabajo periodístico, dos de los autores confirmaron el plagio y dos académicos, que revisaron las pruebas a ciegas, sin saber que se correspondían con un trabajo de la ministra, para que sus opiniones fuesen imparciales. Se les reveló que la ministra era la autora después de emitir sus valoraciones. Descontando el título, índice, agradecimientos y bibliografía, el plagio equivale al 46,5% de las páginas escritas en la tesis.
“En el caso de mi capítulo, lo he reconocido inmediatamente, es una reproducción textual, literal, de páginas y páginas. Ella no pone comillas, por lo tanto, es un plagio de libro, lo que ha hecho es un corta y pega. Es evidente que lo que ha hecho es copiar directamente. Lo he visto enseguida. No es una cuestión sutil. Lo ha hecho de una manera muy burda”, afirmó a el medio José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de España de 2020 a 2021 y hoy embajador ante la UNESCO, de quien Esquivel tomó, sin citar, su texto “Rousseau y los derechos humanos”, publicado en Historia de los derechos fundamentales (Dykinson, 1998), una monumental obra de siete tomos escrita en conjunto con otros autores que también fueron plagiados.
Otro de los juristas consultados por el periódico español, el jurista e investigador mexicano Miguel Carbonell ha confirmado que la ministra Esquivel también copió varias páginas de su libro ‘Los derechos fundamentales en México (UNAM, 2004)’, para el que se preparó 15 años y a cuya escritura dedicó tres. “Es plagio. Si entendemos por plagio el publicar con tu nombre un texto que tú no redactaste de manera original, es plagio. No hay otra manera de definirlo. Y ahí hay un aprovechamiento tanto del texto principal, que involucró un esfuerzo que yo hice al redactarlo, como de las fuentes que yo revisé para que nutrieran mi propio texto. Me parece un doble plagio, por el aprovechamiento de fuentes que no se revisaron de manera personal y que corresponden a un esfuerzo ajeno, un esfuerzo que me implicó tiempo, revisar acervos bibliográficos de otros países, dinero para sacar copias de los artículos, y que alguien llegue y se aproveche de esto, me parece que no hay otra manera de calificarlo”, ha afirmado.
En la investigación se afirma que académicos e investigadores que han dirigido tesis de doctorado y maestría, que por ahora han omitido sus nombres por temor a represalías, sostienen que ‘la fecha en que Esquivel presentó su tesis doctoral, en 2008, en la academia ya había una conciencia de la gravedad del plagio académico’.
Tras la revisión de la tesis identificó “patrones” de plagio. “Se toman como suyos párrafos completos y consecutivos de los diferentes autores, sin hacer referencia, sin que haya comillas, e incluso, las notas a pie de página son las notas del texto original.
Se resalta en la investigación que ‘Ni los sinodales ni el asesor de la tesis doctoral, José Antonio Núñez Ochoa, se percataron del plagio o no lo hicieron notar. Esquivel recibió en junio de 2009 el título de posgrado, y en diciembre la Secretaría de Educación Pública (SEP) le expidió su cédula profesional de doctora’.