El Museo Egipcio de El Cairo exhibió por primera vez un pergamino de casi 16 metros de largo, encontrado en Saqqara, Egipto. El papiro contiene capítulos del ‘Libro de los Muertos’ y recientemente fue restaurado y traducido al árabe. El texto original está en hierático (que en griego significa ‘sacerdotal’), que es la forma cursiva de la escritura jeroglífica que se utilizó para textos religiosos. El pergamino es el más largo jamás hallado, comunicó este lunes el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto en su sitio oficial en la red social Facebook.
Más de 2.000 años de antigüedad
Una misión arqueológica del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto encontró el enorme papiro dentro de un ataúd perteneciente a un hombre llamado Ahmose, en mayo de 2022. Estaba envuelto en su estado original, en excelentes condiciones de conservación, y fue tratado y desplegado por expertos egipcios en restauración. El nombre del individuo, quien vivió alrededor del 300 a. C. (cerca del comienzo de la dinastía Ptolemaica), se menciona unas 260 veces en el texto.
Los arqueólogos indicaron que la mayoría del texto está escrito en tinta negra y solo algunas partes en tinta roja. Contiene 113 fragmentos del Libro de los Muertos, distribuidos en más de 150 columnas de diferentes tamaños y formas, con una excelente caligrafía que refleja el profesionalismo del escribano. Cuenta, además, con abundantes ilustraciones. Las 10 imágenes reveladas por el museo muestran algunas de ellas, que representan dioses y escenas de la vida posterior a la muerte.
El ‘Libro de los Muertos’
El ‘Libro de los Muertos’ es una colección de documentos religiosos y textos funerarios que fueron utilizados en el antiguo Egipto para guiar a los difuntos en su viaje al otro mundo, así como en su posterior existencia. Incluye ruegos a los dioses, cantos y oraciones. En conjunto, constituye una descripción de lo que las almas de los muertos encuentran en el más allá, su castigo o recompensa.
Las personas pudientes estaban dispuestas a pagar a los sacerdotes para que les hicieran un ejemplar personalizado, en el que se mencionaba el nombre del individuo en preparación para que el día de su muerte lo tuviera consigo en su tumba.