El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, defendió los esfuerzos del gobierno de Joe Biden para combatir el fentanilo y el tráfico ilegal de armas entre los dos países, esto tras las críticas de ambos lados de la frontera por temas de seguridad.

A través de un comunicado, el embajador estadounidense aseguró que “los esfuerzos comenzaron en casa”, en referencia a las acciones que realizan de parte de Estados Unidos sobre los dos temas.

“El combate contra el fentanilo es una prioridad para el presidente Biden, en la cual México es un socio crucial. Estos esfuerzos inician en casa”, señaló.

Ken Salazar aseguró que tras la reunión de Biden y López Obrador —en el mes de enero—, los gobiernos se comprometieron a trabajar en temas de seguridad, combate al tráfico de fentanilo y armas.

El embajador explicó que la propuesta para el año fiscal 2023 incluye 42 mil millones de dólares para esfuerzos de política de drogas para vencer la epidemia de sobredosis.

Indicó que a través del Plan de Rescate Estadounidense, el gobierno invirtió cinco mil millones de dólares en servicios de salud mental y adicciones, además, invirtieron de forma histórica 30 mil millones de dólares para la reducción de daños.

“En el primer año del Marco Bicentenario, el gobierno de Biden invirtió 25 mil millones de dólares en tratamiento para adicciones e interdicción de narcóticos ilícitos”, añadió. 

En 2021, el gobierno del presidente Biden invirtió también 93 millones de dólares en el programa Comunidades Libres de Drogas de la Oficina enfocado a jóvenes y familias. Las coaliciones comunitarias en los 50 estados trabajaron con distintos sectores para atender a cerca de 57 millones de personas. 

Sobre el tema del tráfico ilegal de armas, Ken Salazar aseguró que Estados Unidos lo tipificó como un delito con sanciones que pueden llegar hasta los 25 años de cárcel. 

“Las autoridades estadounidenses han incrementado en 300% el decomiso de armas de fuego, sin estos esfuerzos, habrían llegado a México”, indicó. 

Aseguró que año con año se decomisan en Estados Unidos más de 600 mil armas. 

Por su parte, el senador demócrata, Bob Menendez, en una entrevista para un medio estadounidense dijo que la estrategia de “abrazos, no balazos” del mandatario mexicano va en dirección equivocada y acusó que son los cárteles los que manejan las comunidades fronterizas.

Tras la localización de los cuatro estadounidenses secuestrados en Matamoros, el 7 de marzo, dos de ellos muertos, congresistas republicanos criticaron la estrategia de seguridad en México, por lo que retomaron una iniciativa con la que darían facultades a la Fuerzas Armadas de su país para combatir a los cárteles en territorio mexicano.

El mes pasado, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) pidió al gobierno de México que “haga más” contra los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación (CJNG), a los que responsabiliza de las miles de muertes por sobredosis de fentanilo en ese país.

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