La conferencia de prensa diaria y la política de comunicación del presidente Andrés Manuel López Obrador son instrumentos de desinformación, además de que no sirven para garantizar la libertad de expresión, concluyó la organización Artículo 19 tras hacer un ejercicio para conocer en qué se basan los señalamientos hechos en la conferencia matutina del mandatario.

La organización, enfocada en proteger a periodistas amenazados y asesorar a comunicadores, presentó un informe sobre la información que difunde el mandatario en sus conferencias diarias.

A partir de 84 solicitudes de información relacionadas con declaraciones de López Obrador, Artículo 19 trató de constatar qué base tienen las expresiones o acusaciones hechas en la conferencia matutina.

Del total, sólo en dos ocasiones se respondió con información pública, mientras que una de las declaraciones presentaba información verificable, pero se omitieron datos para entenderla en su contexto.

En dos casos (5.9%) se empleó información de manera engañosa, mientras en 20 casos (58.8%) ni la Oficina de la Presidencia ni otras instituciones de la administración pública federal presentaron datos que permitieran comprobar si los dichos del presidente eran falsos o verdaderos.

Un ejemplo de la falta de sustento está en una declaración respecto a su política de cero tolerancia a la corrupción. El 1 de septiembre de 2020, el presidente declaró que gracias al combate a la corrupción se había logrado un ahorro de 560 mil millones de pesos “según cálculos oficiales”. No obstante, no se encontraron datos o informes que respaldaran esa afirmación.

La organización presentó 34 solicitudes a la Oficina de la Presidencia para constatar en qué se basaban las declaraciones de López Obrador, pero en 15 ocasiones esa instancia se declaró incompetente para atender el requerimiento.

En otras 11 solicitudes contestó que no halló la información requerida, mientras que en otro caso afirmó que previamente había declarado la inexistencia de la información. En total, en 79.4% de los casos analizados no fue posible comprobar los dichos del presidente con evidencias.

“La información pública proporcionada por las propias instituciones demuestra que nueve de las declaraciones (26.5%) fueron falsas”, señala el informe.

En tres casos, que equivalen a 8.8% de las solicitudes hechas a la presidencia, la información fue falsa.

Las acusaciones y señalamientos sin base por parte de una figura tan relevante como el presidente, dice el reporte, crean un ambiente de desinformación. “Un profundo efecto negativo en la dimensión colectiva del derecho a la libertad de expresión, pues se perjudica el derecho de las personas a estar informadas y a ejercer otros derechos”.

De acuerdo con el texto, “el efecto negativo se maximiza cuando la desinformación se genera en espacios que, de inicio, deberían tener una vocación informativa, como lo es una conferencia de prensa, un anuncio público oficial o la presentación de un informe de gobierno”.

Las declaraciones se agruparon en siete ejes temáticos: corrupción (tres declaraciones); economía (nueve declaraciones); Covid-19 (tres declaraciones); organismos autónomos (cuatro declaraciones); programas sociales (tres declaraciones); seguridad (nueve declaraciones) y otros asuntos (tres declaraciones).

Publicidad