Organizaciones ambientalistas realizaron una cadena humana en Puerto Morelos, Quintana Roo, en protesta por los daños ambientales causados por las obras del Tren Maya y por el riesgo que representan para los ecosistemas de arrecifes el traslado de la piedra porfirita importada de Cuba.
Poco más de 200 integrantes de ONGs como Sélvame del Tren, Voces Unidas Puerto Morelos, La Selva Salva, Selva Maya SOS, Puerto Morelos sustentable, El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Voto por el Clima, entre otras, protestaron por la destrucción de cenotes, manglares, arrecifes y la selva, con una cadena humana a lo largo de la avenida José María Morelos, la cual se pretende ampliar a cuatro carriles a pesar de que está totalmente rodeada de manglares, una especie protegida.
Aracely Domínguez, presidenta del Grupo Ecologista del Mayab aseguró que las obras del Tren Maya representan un retroceso de 40 años en materia de protección ambiental y lamentó que sea la propia autoridad quien viole la ley.
La activista recordó que la lucha por defender la naturaleza tiene varias décadas en Quintana Roo por lo que varias agrupaciones ambientalistas del estado son consideradas “punta de lanza” en ordenamientos ecológicos, en reglamentos y en leyes.
“Hemos hecho todo lo que se podía hacer para tener herramientas jurídicas y defender a nuestros hermanos árboles, a la abuela océano, a todos aquellos seres que tienen derecho a la vida y que por los distintos tipos de proyectos que se han llevado a cabo en el estado ha ido mermando poco a poco”, comentó.
Domínguez señaló que se ha llegado a un punto en el que el tema de la seguridad nacional hizo perder la validez de las leyes.
En este sentido, enfatizó la necesidad de exigir que se impulsen leyes que no solamente brinden certidumbre jurídica a los ciudadanos con el derecho al ambiente sano, a la vida y a la vida digna, sino también a quienes vienen a invertir su dinero en el sureste mexicano.
“Lo que está sucediendo aquí no tiene precedentes, es una verdadera vergüenza que sea la propia autoridad quien incumpla con la ley”, lamentó la activista.
El espeleólogo Roberto Rojo, integrante de Sélvame del Tren, denunció que más de 100 cenotes y cavernas son afectados ya por las obras que se realizan en el tramo 5 del Tren Maya.
“Tenemos pruebas de cenotes que están totalmente contaminados. Se les va a caer el alma de ver lo que está pasando en la selva”, añadió.
Los manifestantes también expresaron su preocupación por los riesgos que representa el transporte de piedra porfirita, procedente de Cuba, para ser utilizada como balasto en el tramo 5 del mega proyecto de Lopez Obrador para la Península de Yucatán.
El buque Melody, anclado en la zona desde el pasado 1 de marzo, no ha podido descargar 20 mil toneladas de piedra porfirita que servirán de balasto para las vías del Tren Maya, inicialmente fue por mal tiempo, pero las maniobras de desembarco se aplazaron nuevamente luego de que el buzo y videógrafo submarino, Alberto Friscione, documentó daños en zonas de coral.