El futbolista brasileño Dani Alves, en prisión preventiva por estar acusado de violar a una joven en una discoteca de Barcelona, admitió este lunes que mantuvo relaciones sexuales con penetración y consentidas con la presunta víctima, y aseguró que había mentido en la primera declaración con el supuesto objetivo de ocultar la infidelidad a su esposa.

Según explicaron a la prensa española fuentes presentes en la declaración, el exlateral derecho del F.C. Barcelona, que ha acudido a declarar por petición propia, cambió su primer testimonio y ha reconocido por primera vez que hubo relaciones sexuales consentidas por vía vaginal entre ambos.

En su primera declaración ante la jueza, en la que dio versiones contrapuestas del hecho, sostuvo que la joven le había practicado una felación de forma consentida.

Este lunes, justificó su caótica primera declaración con los argumentos de que quería proteger a la joven y que buscaba ocultar la infidelidad ante su esposa, la modelo Joana Sanz, que en marzo anunció su intención de separarse de él.

Alves se encuentra en prisión provisional sin fianza desde el 20 de enero, después de que la joven, de 23 años, denunciara que la encerró en un baño de la discoteca Sutton el pasado 30 de diciembre, le dijo que no podía marcharse, la forzó para que le practicara una felación y le dio bofetadas. Acto seguido, la penetró “de manera violenta” hasta eyacular y se fue, según la denuncia presentada.

El pasado 21 de febrero, la justicia mantuvo la prisión preventiva al apreciar un “elevado” riesgo de fuga. Según la prensa española, la defensa del jugador solicitará de nuevo su libertad provisional.

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