El FC Barcelona volverá a estar en una final de la ‘Champions’, la tercera consecutiva, la cuarta en cinco años, y lo consiguió tras un sufrido empate ante el Chelsea inglés (1-1) ante más de 72.000 espectadores.

La héroe de la semifinal fue la noruega Caroline Graham Hansen, que anotó en la ida y también en la vuelta. Las inglesas jugaron sus bazas e hicieron sufrir a un Barça que no se sintió nunca cómodo.

Fue el último partido del equipo femenino azulgrana en el Spotify Camp Nou, ya que el año próximo los partidos no se disputarán aquí.

Salió el Chelsea con todo. Una presión altísima, una defensa de tres y la idea de equilibrar la eliminatoria desde el inicio. El equipo de Emma Hayes arrinconó al Barça, que tardó tres minutos en poder cruzar al campo ofensivo.

No es que las londinenses tuvieran ocasiones, pero sí mostraron sus intenciones. No tenían opciones las de Jonatan Giráldez ni de pensar, no podían controlar el juego y se sintieron presionadas.

Jugó sus cartas el Chelsea, pero en cuanto el Barça se estiró y pisó el terreno ofensivo, las tornas cambiaron. Funcionaron las triangulaciones, apareció Asisat Oshoala al espacio y Graham Hansen, que tenía una autopista por la derecha.

La nigeriana protagonizó la primera acción de peligro en el minuto 6; la noruega anotó en el 8, un tanto anulado por mano previa. Ya estaba el partido donde quería el Barça, que había sufrido lo justo en el inicio y puso en su sitio al Chelsea.

En cuanto Aitana y Graham Hansen conectaron, el Camp Nou respiró. Keyra Walsh empezó a tener más tiempo para pensar y el Chelsea empezó a correr detrás del balón, demasiado tiempo persiguiendo sombras y eso les pesó físicamente mucho y muy pronto.

Antes de la media hora, Aitana Bonmatí tuvo un par de buenas ocasiones para desequilibrar el partido. En la primera, un centro-chut estuvo a punto de sorprender a Berger (min. 16), en la siguiente, intervino en una jugada de Graham Hansen para dejar pasar el balón y el remate de Mariona salió fuera por poco (min. 27).

Y en el último cuarto hora del primer tiempo, el Barça siguió controlando la situación, aunque sin generar mucho peligro. El Chelsea estaba agazapado, la defensa inicial de tres, se había convertido en una de cinco, su presión no era tan alta, pero la diferencia era solo de un gol.

No entró bien el Barça en el segundo tiempo. Más allá de un remate de Rolfo en el 47, las de Giraldez no se sintieron cómodas. No tenía el Chelsea el control del juego, pero es que su fútbol se mueve a base de destellos, de acciones individuales.

Graham Hansen tardó once minutos en aparecer en el segundo acto y Giraldez decidió mover ficha y puso en el campo a Engen y a Salma Paralluelo en lugar de Walsh y de Oshola (min. 60).

El 1-0 llegó en el 63, en una cabalgada de cincuenta metros de Aitana, que finalizó Graham Hansen, pero el Chelsea reaccionó de inmediato, cuatro minutos después, con un tanto de Reiten, después de un rechace de Paños a remate de Sam Kerr (1-1, min. 67).

Visto como estaba el partido, Emma Hayes puso todo lo que tenía en juego y entraron las dos delanteras que tenía en el banquillo: Lauren James y Pernile Harder con un cuarto de hora para el final.

El 1-1 atenazó al Barça, poco acostumbrado a enfrentar situaciones de este tipo, a las de Giraldez les costó a manejar la tensión. Sabía que el Chelsea, con poco, podía anotar un nuevo tanto y forzar la prórroga.

En el 84 se retiró Aitana, por una lesión, y la tensión se mascaba cada vez más en el Camp Nou. Cuhbert obligó a una intervención a Paños, James disparó fuera, hasta que Geyse apareció y le dio aire a su equipo. Incluso Salma tuvo una gran ocasión en el 88.

Y al final estalló el Camp Nou. No jugó Alexia Putellas, pero lo celebró como una más. Será la cuarta final de la ‘Champions’ para las azulgranas, después de las jugadas en Budapest (19), Gotemburgo (21) y Turín (22). La próxima cita será en Eindhoven, el 3 de junio.

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