La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) está desarrollando un robot con forma de serpiente que pueda adaptarse a las diferentes condiciones del terreno y que explore cuerpos celestes.
El robot conocido como ‘Inspector de Vida Existente de Exobiología’ o ‘Exobiology Extant Life Surveyor’ (EELS, por sus siglas en inglés) mide unos 4 metros de largo, pesa unos 100 kg y es capaz de deslizarse sobre terrenos difíciles utilizando segmentos giratorios.
Debido al tiempo que tardan las señales de comunicación en recorrer las ditancias entre la Tierra y el espacio profundo, el EELS está diseñado para estudiar de forma autónoma su entorno, calcular el riesgo, viajar y recopilar datos con instrumentos científicos aún no determinados. El objetivo es que, en caso de fallas, el robot se recupere solo, sin ayuda humana.
El dispositivo fue desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA para ser enviado a Encelado, una de las 83 lunas de Saturno, en busca de agua, un ambiente capaz de albergar vida.
El video publicado el 9 de mayo muestra cómo el robot se mueve en varias superficies, incluyendo una pista de hielo, la ladera de una montaña cubierta de nieve y una playa. Los ingenieros también probaron el robot en un terreno similar al de Marte llamado Mars Yard, creado en una estación de esquí en las montañas nevadas del sur de California.
Las imágenes obtenidas en la década de 1980 por la sonda espacial Voyager demostraron que Encelado tiene una superficie blanca y brillante, por lo que se lo considera el cuerpo celeste más reflectante del sistema solar. De acuerdo con la NASA, debido a que este pequeño satélite natural refleja mucha luz solar, la temperatura de su superficie es extremadamente fría, alcanzando los -201 °C.
En el 2005, el orbitador Cassini identificó partículas de agua helada y gas que brotaban desde la superficie de la luna a una velocidad de 400 metros por segundo.