El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, expresó este martes que “ve bien” que el estadounidense Citigroup venda el Banco Nacional Mexicano (Banamex) al Grupo México de Germán Larrea, el segundo mexicano más rico, como anticipan medios financieros.

“Sí, tenemos información de que van muy bien las negociaciones y que uno de los posibles compradores es el Grupo México. Y nosotros les hemos transmitido a los consejeros directivos de CitiBanamex que no hay de parte del Gobierno de México ninguna inconformidad”, indicó.

El mandatario se refirió en su conferencia matutina a la venta de Banamex, el tercer banco más grande de México, que está por concretarse tras anunciarse en enero de 2022.

El presidente no confirmó que el proceso ya culminó, aunque medios especializados como Bloomberg y El Financiero han reportado en las últimas semanas que Citigroup está cerca de concretar la venta por 7.000 millones de dólares a Grupo México, la empresa minera más grande del país.

López Obrador admitió diferencias con Larrea, un polémico magnate que en 2018 sugirió votar por otro candidato, y que afrontó señalamientos en 2006 por la muerte de 65 trabajadores en su mina de Pasta de Conchos, y en 2014 por uno de los mayores desastres ecológicos del país, en el río Sonora.

“Vemos bien que se lleve a cabo la operación y, si van a ser los del Grupo México, no va a haber ningún problema, tenemos diferencias con ellos, pero ese es otro asunto, ese es otro cantar, en el caso de la venta y compra del banco no hay ningún problema”, sostuvo el mandatario.

La venta de CitiBanamex ha cobrado relevancia porque es el tercer mayor banco en México con el 12,9 % de los depósitos y el segundo en tarjetas de crédito, según datos de la agencia Moody’s.

La operación incluirá la banca comercial y minorista, con más de 1.200 sucursales de Banamex, sus 23 millones de clientes y la colección de patrimonio artístico.

Pero el proceso se ralentizó después de que los principales contendientes abandonasen la compra, incluyendo al español banco Santander, el mexicano Banorte y el Grupo Inbursa del magnate Carlos Slim.

El presidente reiteró que sus “recomendaciones” para la venta eran que el banco volviese a manos mexicanas, que el comprador tenga solvencia económica, que esté al corriente de sus impuestos y que el patrimonio cultural se quede en México.

“Entonces vemos con buenos ojos el que se lleve a cabo esa operación porque se están cumpliendo con estos elementos, factores, no condiciones, ni siquiera requisitos, sino recomendaciones. Solo me falta revisar la parte del pago de impuestos, es lo único”, apuntó López Obrador. 

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