La Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. (NSF, por sus siglas en inglés) publicó este viernes ocho nuevas fotografías del Sol que fueron obtenidas por el generador de imágenes de banda ancha visible del Telescopio Solar Daniel K. Inouye, considerado como el telescopio solar terrestre más poderoso del mundo.
Los responsables de operar el enorme telescopio, situado en la isla de Maui (Hawái), detallaron que en las panorámicas se muestra una diversidad de manchas solares, así como regiones tranquilas del astro rey y otras estructuras. Asimismo, explican que dichas imágenes se elaboraron a partir de los datos provenientes del primer ciclo de observaciones realizadas con el telescopio.
De acuerdo con la NASA, el Sol es más que una simple fuente de luz para nuestro planeta, ya que también es una estrella dinámica y compleja en cuyo interior ocurren diversos fenómenos. En el caso de las manchas solares que aparecen en las fotografías, los científicos explicaron que se trata de áreas oscuras y frías en la superficie solar, conocida como fotosfera, donde se generan fuertes campos magnéticos. Se considera que estas zonas dan lugar a eventos energéticos y eruptivos que logran impactar en la Tierra (tormentas solares).
Por otro lado, indican que, en las imágenes, las regiones tranquilas del Sol se muestran como células de convección en la fotosfera, que presentan un patrón brillante de plasma caliente que circula hacia arriba (gránulos) rodeado por bandas más oscuras de plasma solar frío que fluye hacia abajo.
También señalaron que en la capa atmosférica sobre la fotosfera, conocida como cromosfera, se observan filamentos alargados y oscuros que se originan en lugares donde se acumulan campos magnéticos a pequeña escala.
Los investigadores dijeron que se esperan nuevos resultados relacionados con el estudio del cuerpo celeste más importante de nuestro sistema solar, a medida que el telescopio solar continue explorándolo.
El telescopio Daniel K. Inouye, inaugurado el 31 de agosto del año pasado, está formado por un espejo de cuatro metros con la capacidad de tomar fotos de la atmósfera y la superficie solar con un nivel de detalle tres veces superior a cualquier otro aparato similar. Sus instrumentos le permiten medir con precisión el movimiento y comportamiento de las partículas que se desplazan por el Sol a nivel atómico, proporcionado un análisis de las dinámicas solares.