La ONG Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más condenó este jueves las detenciones “arbitrarias” de tres sacerdotes nicaragüenses, incluida la del párroco Jaime Montesinos, arrestado e investigado por presuntamente cometer delitos considerados “traición a la patria” en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad.

“El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más repudia la detención arbitraria del sacerdote Jaime Montesinos, párroco de la iglesia Juan Pablo II, (del municipio norteño) de Sébaco, por parte de la Policía al servicio del régimen (de Daniel) Ortega (y Rosario) Murillo”, señaló esa ONG, cuyos activistas se encuentran en el exilio.

Según ese Colectivo, la investigación para acusar al sacerdote Montesinos por actos que menoscaban la soberanía de Nicaragua “es parte de la persecución contra la Iglesia católica y la criminalización a sacerdotes y personas religiosas, por lo que no pocas se han tenido que desplazar forzadamente fuera de Nicaragua”.

“En días anteriores fueron detenidos y remitidos a arresto domiciliar los sacerdotes Pastor Eugenio Rodríguez Benavides, párroco de la parroquia Divina Providencia (del municipio) de Jalapa y Leonardo Guevara Gutiérrez, párroco de Catedral de Estelí”, anotó.

LA LISTA DE RELIGIOSOS DETENIDOS

Observó que esos tres sacerdotes se suman “a la lista de religiosos privados de libertad, como el obispo Rolando Álvarez y los presbíteros Leonardo Urbina y Manuel García”.

“Condenamos la jornada represiva y persecución contra la población, en particular a sacerdotes, en un estado de excepción ejecutado por la Policía que violenta los derechos humanos, entre ellos la libertad religiosa”, denunció esa ONG.

Ese Colectivo demandó “el cese de la represión, la libertad de los religiosos y de todas las personas presas políticas en Nicaragua”.

La Policía Nacional informó este jueves de que investiga al sacerdote Montesinos por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación de la nación, de conformidad con el artículo 1 de la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía, la Autodeterminación y la Paz.

El religioso es párroco de la iglesia Juan Pablo II del municipio de Sébaco, departamento de Matagalpa, la diócesis que dirige el obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión por delitos considerados “traición a la patria”.

Con la detención de ese religioso, suman tres los sacerdotes nicaragüenses investigados por la Policía Nacional en lo que va de esta semana, los primeros dos por “asuntos administrativos” de la disuelta Cáritas Diocesana de Estelí, norte de Nicaragua, que también administra el obispo Álvarez.

Las relaciones del Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica viven ahora momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, o la prohibición de actividades religiosas.

El papa Francisco tildó de “dictadura grosera” al gobierno sandinista en una entrevista con Infobae, señalando “un desequilibrio de la persona que dirige” el país centroamericano.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio. 

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