La empresa Neuralink, propiedad del magnate de origen sudafricano Elon Musk, informó este jueves (25.05.2023) que fue autorizada por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EE. UU. para probar sus implantes cerebrales en humanos.

“Es un primer paso importante que un día permitirá a nuestra tecnología ayudar a muchas personas”, dijo en su cuenta de Twitter la empresa con base en California, y agregó que “las selecciones para los ensayos clínicos todavía no están abiertas”.

Ayuda para personas con movilidad reducida

A finales de noviembre de 2022, el mismo Musk había tuiteado que esperaba confiado en que “el dispositivo de Neuralink esté listo para los humanos”, pero que este “calendario depende del proceso de aprobación de la FDA”, algo que ya está zanjado.

Neuralink diseña dispositivos con el fin de que el cerebro interactúe directamente con ordenadores. En principio, estos aparatos deben servir para ayudar a personas con parálisis o que sufren de enfermedades neurológicas.

“Trabajamos duro para estar listos para nuestro primer (implante) humano y, obviamente, queremos ser extremadamente cuidadosos y estar seguros de que funcionará bien antes de poner el dispositivo en un humano”, dijo el magnate en una presentación de Neuralink en diciembre.

Polémicas por pruebas fallidas en animales

Por ahora, los prototipos, del tamaño de una moneda, han sido implantados en cráneos de animales, como cerdos o monos. Estos experimentos no han estado exentos de polémicas, debido a que asociaciones ambientalistas han denunciado la muerte de estos animales.

La compañía ha dado a conocer imágenes donde destacan su cuidado por los animales. En otro de sus vídeos, se puede observar a unos primates que fueron capaces tanto de “jugar” videojuegos como de “tipear” palabras en una pantalla “con su mente”, solo con seguir el movimiento del cursor.

Neuralink busca que dichos implantes sean suficientemente seguros y confiables para ser utilizados en cirugías electivas (que no son de emergencia) y que los interesados paguen miles de dólares para dotar a su cerebro de una capacidad informática. 

Una simbiosis con la Inteligencia Artificial

En marzo de este año, el multimillonario, dueño de Tesla, SpaceX y de Twitter, fundó X.AI, una nueva empresa dedicada a la Inteligencia Artificial (IA), probablemente para competir con OpenAI, creadora de ChatGPT, un programa de IA generativa capaz de interactuar con humanos y de producir toda clase de textos. 

Para Musk, estos implantes deben permitir a la humanidad llegar a una “simbiosis con la IA”, según un discurso durante una conferencia anual de la empresa en 2020.

El magnate ha advertido en repetidas ocasiones sobre los peligros relacionados con la IA, y ha hecho públicos sus temores de que rebase al ser humano y tome el control.

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