Después de meses sin una determinación, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, anunció que el monumento de ‘la joven de Amajac’, un homenaje a las mujeres indígenas, será colocado en un espacio alterno al que tenía el monumento a Cristóbal Colón, que fue retirado en 2021 y enviado al Museo del Virreinato en Tepotzotlán, Estado de México.

La colocación de ‘la joven de Amajac’, un monolito descubierto hace unos meses por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en la comunidad del mismo nombre, en el estado de Veracruz, no desplazará a la ‘glorieta de las mujeres que luchan’, como colectivos de mujeres feministas le llamaron al espacio que anteriormente era conocido como Glorieta de Colón.

Batres Guadarrama dijo que el espacio central de la rotonda, denominado ‘glorieta de las mujeres que luchan’, no será tocado durante la instalación del monumento de ‘la joven de Amajac’, y tampoco confirmó cuál será el destino de ese espacio pues, dijo, “hemos buscado siempre el diálogo, no necesariamente hemos encontrado respuesta, pero no queremos ninguna confrontación”.

“De tal manera, que se procederá a cumplir con este propósito, este plan que hemos tenido desde hace tiempo de colocar “la joven de Amajac”, que es un homenaje a la lucha de las comunidades indígenas y particularmente de las mujeres indígenas. Es un reconocimiento a la fuerza de las mujeres indígenas y, por lo tanto, es muy importante que esté en la zona, porque todo ese conjunto se conocía como la Glorieta de Colón, ya no va a ser así, ahora ya tiene otros significados y símbolos”, abundó el jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

El mandatario capitalino dijo que tampoco se removerá la figura de una mujer que fue colocada en el basamento donde estaba la estatua de Colón. Dicha figura fue denominada como “justicia”. “Ya entablaremos en su momento un diálogo con estas colectivas para el tema del traslado del basamento, porque el basamento a Colón forma parte de este monumento. Ya tiene un lugar, es allá en el Museo del Virreinato, que está en Tepotzotlán, en el Estado de México (…) pero tampoco lo vamos a hacer por vía de la fuerza, sino vamos a dialogar y en su momento se hará ese traslado”.

El secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Antonio Esteva, detalló que ‘la joven de Amajac’ es una reproducción de la pieza que se encontró en Veracruz y que tiene una altura de 4.50 metros. Como parte de su instalación, se hará una reconfiguración del espacio público para recolocar luminarias e instalar áreas de descanso.

Adelantó que los trabajos de instalación podrían durar 4 semanas. “Va a depender mucho de la obra inducida que estamos confirmando, ayer se avanzó mucho con las calas, entonces hoy tendremos una mejor idea de cuánto tiempo nos lleva mover las instalaciones que requerimos”, apuntó.

La figura de ‘la joven de Amajac’ fue encontrada el 1 de enero de 2021 en la cercanía de la comunidad de Hidalgo de Amajac, en la Huasteca de Veracruz. Aunque poco se conoce sobre esta figura, investigadores INAH creen que se puede tratar de una mujer gobernante o de élite.

De acuerdo con el INAH, el “buen estado de conservación (de la joven de Amajac) permite observar sus rasgos y su espiga, elemento que permitía contemplarla erguida. Luce un rostro pequeño, ojos abiertos y huecos, con un tocado alto, un collar al centro (conocido como oyohualli), del cual se distingue un adorno en forma de gota, un torso ataviado con una camisa de mangas largas y una falda que llega hasta los tobillos, revelando un par de pies desnudos”.

“Dada su ubicación geográfica, entre los sitios arqueológicos de Tochpan (Tuxpan) y Castillo de Teayo, la pieza está ligada a la tradición escultórica y a la cultura huasteca, aunque presenta ciertos rasgos del centro de México, cuando en la región se hizo notoria la influencia de la Triple Alianza, lo que la colocaría temporalmente hacia el Posclásico tardío (1450-1521 d.C.)”, informó el INAH al momento de su hallazgo.

Para la investigadora del Centro INAH Veracruz, la arqueóloga María Eugenia Maldonado Vite, encargada de la inspección en campo, esta pieza representa a una joven mujer de élite, “posiblemente gobernante por su postura y atavíos, más que a una deidad como se han interpretado casi todas las esculturas huastecas femeninas, a las cuales se vincula con la diosa Tlazoltéotl”.

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