La afirmación de que la OTAN es una alianza defensiva que promueve la democracia y protege los derechos humanos es solo un mito y está demostrado que no es cierto por los numerosos actos de violación del derecho internacional cometidos por sus miembros, especialmente EE.UU., según declaró la diputada alemana del partido La Izquierda Sevim Dagdelen en una reciente sesión parlamentaria.
De acuerdo con la diputada, cuando se habla de la OTAN suelen propagarse tres mitos. El primero es que se trata de una alianza defensiva. “¿No fue la OTAN la que atacó a Yugoslavia en una guerra que violó el derecho internacional, bombardeando emisoras de televisión civiles y la Embajada china en el proceso? ¿No fue la OTAN la que llevó a cabo la guerra en Afganistán durante 20 años con cientos de miles de civiles muertos y muchos crímenes de guerra?”, expresó.
El segundo mito, calificado por la funcionaria de “mentira históricamente descarada”, es que la OTAN es una alianza de democracias y países con Estado de derecho. Señaló que solo hay que recordar que durante su existencia, la alianza ha tenido un miembro con un “régimen fascista”, refiriéndose a Portugal. Desde 1932 hasta 1968, el país estuvo bajo la dictadura del primer ministro António de Oliveira Salazar, que llevó “brutales guerras coloniales” enviando tropas a las colonias portuguesas en África: Angola, Guinea-Bisáu y Mozambique.
“Cuatro millones y medio de personas murieron solo en los últimos 20 años como consecuencia de las guerras de EE.UU. y sus aliados […] ¿Así son la democracia y el Estado de Derecho en EE.UU.?”
Según sus palabras, el tercer mito es que la Alianza Atlántica defiende los derechos humanos. Dagdelen recordó que “el campo de tortura de Guantánamo”, el polémico centro de detención en la base naval estadounidense ubicada en la cubana bahía de Guantánamo, sigue funcionando, así como que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, podría enfrentar hasta 175 años de prisión por haber hecho públicos las atrocidades cometidas por las tropas estadounidenses en las guerras de Irak y Afganistán.
“La verdad es que quien es miembro de la OTAN participa en una alianza bélica que tiene como objetivo la expansión y pisotea el derecho internacional y los derechos humanos”, declaró, señalando que quien es miembro de la OTAN “pierde su soberanía democrática” ya que se encuentra bajo el dominio de “la hegemonía estadounidense que le impone sus intereses”.
Añadió que los miembros del bloque militar también “sacrifican la seguridad social de su población a través de la política de rearme masivo”, en referencia al acuerdo entre los países de la OTAN de gastar anualmente al menos un 2 % de su PIB en defensa y las iniciativas del Gobierno alemán de destinar miles de millones de euros para reforzar las fuerzas de la Bundeswehr.
“Uno de cada cinco niños en nuestro país es pobre, pero el presupuesto militar alemán crece y crece. Eso es una vergüenza. Y por eso ya es hora de disolver este parque militar. […] También es hora de que EE.UU. retire por fin sus tropas y también sus armas nucleares de Alemania. ¡Necesitamos paz en vez de la OTAN!”, concluyó.