Evitar bañarnos si lo indican las autoridades, no tocar a las medusas, extraer con pinzas los aguijones del pez escorpión…Estas son algunas de las recomendaciones que la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) nos ofrece para tratar las picaduras y otros accidentes con la fauna marina en verano.
Las picaduras y otros incidentes con la fauna marina, como las medusas, el erizo o el pez escorpión, entre otros, son comunes y frecuentes en las zonas de playa durante las vacaciones de verano.
Para evitar arruinar nuestros días de descanso, el Grupo de Ayuda Animal SEMES (GRAAN SEMES) de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), ofrece consejos para reaccionar a tiempo en caso de tener un incidente y así evitar daños mayores.
Debido a que somos nosotros quienes “invadimos” el hábitat natural de estas especies en época estival, no es extraño que nos encontremos algunos animales enterrados en la arena o muertos en la orilla. Los expertos de la SEMES alertan de que, antes de centrarnos en curar las picaduras y ataques, debemos prevenirlos, es decir, evitar tocar a estas criaturas de forma voluntaria.
Asimismo, indican que, en la mayoría de casos, estos sucesos son accidentales y no ataques directos.
Medusas: Las grandes protagonistas
Las picaduras de medusas suponen más del 60 % de las incidencias que se producen en lugares de costa en verano. Es una de las especies más temidas por los bañistas y la que más frecuentemente produce lesiones.
La SEMES indica que el aumento de picaduras de este animal deriva del cambio climático y el incremento de la pesca intensiva. Debido a estos factores, se ha producido un crecimiento en la presencia de medusas y han surgido nuevas familias marinas.
Los expertos ofrecen una serie de consejos prácticos para evitar las picaduras dolorosas de este animal:
- Evitar el baño si los expertos alertan de la presencia masiva de medusas.
- En caso de avistamiento, estar pendientes para evitar el contacto.
- No tocar nunca sus tentáculos, donde tienen los nematocistos con toxinas que causan el daño. En caso de tener que mover a la medusa irremediablemente, hacerlo cogiendo solo el cuerpo.
Pez escorpión y la manta raya
Desde la SEMES alertan de que otras especies que pueden causar problemas en estas fechas son el pez araña o escorpión y la manta raya.
Por lo general, estos peces están enterrados en la arena y no es difícil pisarlos por accidente. El pez araña tiene cuatro espinas en la aleta dorsal que podemos clavarnos al pasear por la arena húmeda, así como el aguijón aserrado de la cola de la raya. Los expertos recomiendan ir calzados por la orilla, para evitar riesgos.
En caso de que alguna de estas dos especies nos pique, debemos retirar el cuerpo extraño y neutralizar su toxina termolábil (neuro y cardiotóxica) e introducir el miembro afectado en agua caliente a 45ºC entre 60-90 minutos, indican desde la SEMES.
“En estas lesiones, hay que valorar el estado vacunal del paciente por su efecto potencial tetanígeno”, explica la doctora Beatriz Rodríguez, médico y veterinaria de la SEMES.
Un tipo de raya que también es común, sobre todo en las playas del sur de España, es la raya eléctrica o pez torpedo. Esta especie produce descargas que no suelen ser mortales.
Erizo de mar
Asimismo, los erizos de mar también pueden causarnos daños. Suelen encontrarse adheridos a las rocas o en los fondos marinos. Casi todas las lesiones producidas por este animal se producen al pisarlo.
Sus púas se clavan en la piel. Los profesionales indican que es preferible extraer sus pinchos con pinzas, en la medida de lo posible.
Erupción del bañista
La SEMES alerta también sobre una reacción más específica: la erupción del bañista.
Esta reacción suele darse en la zona del bañador o de otros accesorios que estén en contacto con la piel, debido a que en ellos se depositan las larvas de Edwardsiella lineata (fideo de mar), causantes de esta alergia.
La especie inyecta una toxina intradérmica, por lo que la recomendación de los expertos es, en primer lugar, quitar el bañador y los objetos en contacto con el cuerpo. A continuación, lavar las zonas afectadas con abundante agua marina.
El síntoma más frecuente es la dermatitis irritativa. Hasta en un 10 % de los casos pueden aparecer síntomas sistémicos, es decir, secuelas o daños que afectan a todo el organismo.
Reacciones extremas
La doctora Beatriz Rodríguez indica que las reacciones graves por picaduras y accidentes por fauna marina suelen ser anecdóticas.
“En el caso de que apareciese clínica general en forma de convulsiones, falta de aire, dolor abdominal, fiebre u otros síntomas de carácter sistémico como shock anafiláctico, hay que activar los servicios de emergencias y trasladar a la víctima a un medio hospitalario donde será atendido”, indica la profesional sanitaria.
Por último, la doctora recuerda que la gran mayoría de picaduras e incidentes con la fauna marina suelen ser accidentales, ya que los animales nos identifican a nosotros como una amenaza o peligro.