De Culver City a Nueva York, los poderosos de la industria del entretenimiento y los medios de comunicación de Estados Unidos tejen escenarios sobre el futuro y la posible disolución del conglomerado más poderoso del sector.

Iger, presidente ejecutivo de Walt Disney, compañía a la que regresó en noviembre para un segundo mandato, desencadenó la animada charla en la industria a mediados de julio, cuando sugirió en una entrevista con CNBC que los negocios de televisión de la empresa, incluyendo sus estaciones y canales de cable, “podrían no ser fundamentales para Disney”.

Sus comentarios provocaron un frenesí de actividad entre banqueros y entidades de capital riesgo, que empezaron a evaluar si debían “mover ficha”, según dijo a Reuters un banquero que habló bajo condición de anonimato.

“Está dando señales a los inversores”, dijo el banquero. “Hace que la gente empiece a pensar”.

Iger alimentó las conjeturas la semana pasada, durante la conferencia sobre los resultados del tercer trimestre de Disney con los inversores, cuando dijo que la empresa está evaluando asociaciones estratégicas para su marca deportiva más importante, ESPN, y que había recibido un “notable interés”, aunque Disney planeaba mantener el control.

Los tres negocios que impulsarán el mayor crecimiento en los próximos cinco años son los estudios de cine, los parques temáticos y el streaming de video.

Un alto ejecutivo de medios imaginó a Iger separando la cadena ABC, las cadenas de televisión locales y las cadenas de cable de Disney, como Disney Channel o FX, como una empresa independiente, cargada con un nivel adecuado de deuda.

Otro veterano ejecutivo de los medios predijo que Disney escindirá los activos de televisión a sus accionistas como una empresa separada que cotizará en bolsa en 2024, con un posible papel del capital privado.

Un cuarto ejecutivo de medios, que ha dirigido empresas de medios tradicionales y digitales, indicó que Disney podría necesitar atraer inversores externos a ESPN para poder pujar de forma competitiva por los cada vez más caros derechos deportivos, como los partidos de la NBA, que expiran después de la temporada 2024-25.

Esto liberaría potencialmente efectivo para que Disney adquiera la participación de NBCUniversal en Hulu, asumiendo la propiedad total del servicio de streaming el próximo año. En virtud de un acuerdo alcanzado en 2019, la matriz de NBCU, Comcast, puede exigir a Disney que compre la participación en Hulu, o Disney puede exigir a NBCUniversal que la venda, ya en enero de 2024, a un valor de mercado de al menos 5,800 millones de dólares.

Disney declinó hacer comentarios.

VENTA POR PARTES

El cuarto ejecutivo, junto con otros directivos de medios que hablaron con Reuters, afirmó que es probable que Iger esté elaborando opciones, como retener la propiedad de ESPN con la intención de deshacerse de ella en el futuro para posicionar a Disney como un objetivo de adquisición más atractivo.

El ejecutivo comparó la estrategia con una ejecutada por Jeff Bewkes, ex presidente ejecutivo de Time Warner, quien se deshizo de partes del negocio del conglomerado de medios antes de vender su unidad central de cine y televisión a AT&T en un acuerdo por 85,400 millones de dólares que se cerró en 2018, dijo el veterano ejecutivo.

Este podría ser el juego final de Iger, especularon estos ejecutivos. Para que resulte atractiva a los únicos posibles compradores lo suficientemente grandes como para digerir a Disney -Apple o Google de Alphabet-, Iger tendría que reducir Disney a las partes que preservan su cartera global de propiedad intelectual, separando al mismo tiempo sus negocios heredados generadores de efectivo, como la televisión.

“No hay forma de que una empresa FAANG vaya a comprar su compañía cuando tiene todos estos canales de cable, una cadena de televisión y una cadena de deportes por cable”, dijo el ejecutivo, utilizando un acrónimo para las cinco principales empresas tecnológicas de Estados Unidos: Facebook (ahora Meta), Apple, Amazon, Netflix y Google. “No es su negocio y es poco probable que el Gobierno lo permita”.

Es probable que Amazon, que adquirió MGM por 8,500 millones de dólares el año pasado, no esté interesada en un acuerdo de esa naturaleza, según una fuente conocedora del asunto. Y tampoco se cree que Facebook esté interesado en activos de medios tradicionales.

Laura Martin, analista de Needham and Co, planteó a los inversores la posibilidad de que Apple adquiriera Disney, escribiendo en marzo que la combinación de un gran contenido y una fuerte distribución crearía valor. Esta idea sigue circulando en Hollywood.

“Obviamente, cualquiera que quiera especular sobre estas cosas tendría que considerar de inmediato el entorno regulador global”, dijo Iger, cuando se le preguntó por la posibilidad durante la llamada a los inversores. “No diré más que eso. No es algo que nos obsesione”.

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