La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que su Dimensión de Educación y Cultura, junto a un grupo de académicos, analizó los contenidos de los nuevos libros de texto gratuitos.
Por medio de un comunicado, la iglesia mexicana recordó que “los grandes desafíos educativos dependen de condiciones todavía más complejas y profundas” que los libros, entre las cuales se encuentra el Estado de derecho; la madurez de la vida democrática; el combate a la desigualdad; el ejercicio de las libertades y el compromiso solidario “para cumplir con cada una de nuestras responsabilidades”.
La CEM dejó en claro que los libros son “materiales auxiliares” en el proceso educativo. “No minimizamos la importancia de dichos materiales, sin embargo, para implementarlos y cumplir su finalidad se requiere la participación activa de los padres de familia, de los directivos y, por supuesto, de los maestros“.
Tras un análisis a los libros de texto gratuitos, la iglesia criticó que “se ha desaprovechado una valiosa oportunidad para responder creativamente al rezago educativo a causa de la pandemia”.
Criticó que la elaboración de los libros “para este ciclo escolar ha sido irregular”, debido a las denuncias “por el hecho de que no se siguió lo establecido en el marco legal”.
Es evidente la improvisación y confusión en muchos componentes de la versión ahora presentada de los LTG. No obstante, confiamos en la labor que desempeñan en el aula los maestros, quienes con su formación, experiencia y comunicación con los padres de familia podrán rescatar elementos valiosos para sus alumnos”, manifestó.
La religión criticó la “visión biologicista y mecanicista del ser humano” en cuanto a los contenidos sobre educación sexual, misma que ha prevalecido desde hace varios sexenios. “Afirmamos que una verdadera educación pide una concepción integral del ser humano”.
Finalmente, la CEM dejó en claro que “educar es tarea de todos”, por lo que “los padres de familia son los primeros responsables de la educación de los hijos”.