Los pronósticos de crecimiento para 2023 se han corregido significativamente al alza, pues mientras que a finales del año pasado se estimaba un avance de menos de 1%, ahora se prevé un tres por ciento.
Así lo reconoció el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que dirige Carlos Hurtado, el cual señaló que la evolución de la economía ha sido significativamente mejor a lo que preveía la gran mayoría de los analistas.
En días pasados, el Banco de México corrigió su pronóstico de 2.3 a tres por ciento, mientas que, de acuerdo con una encuesta levantada por el banco central, especialistas inclusive prevén un incremento de hasta 3.5 por ciento.
Para el CEESP, un mejor desempeño de la economía de los Estados Unidos, principal socio comercial, y los efectos aritméticos de comparaciones con cifras reducidas en 2022 están detrás del repunte.
Un 45.5% del avance del PIB nacional en el segundo trimestre provino del crecimiento de 0.7% en las actividades terciarias o del comercio y servicios, mientras que las actividades secundarias o industriales aportaron el 44.9%, con un incremento de 1.2 por ciento.
- 1% de crecimiento nacional estimaban a finales de 2022 la mayoría de los analistas.
- 3% se prevé actualmente e incluso hay especialistas que anticipan un incremento de hasta 3.5 por ciento.
Mejoran los pronósticos privados de crecimiento
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que dirige Carlos Hurtado, reconoció que los pronósticos de crecimiento para 2023 se han corregido significativamente al alza.
Recordó que a finales del 2022 se estimaba un avance inferior al 1.0% y ahora se prevé un crecimiento de 3.0 por ciento.
Incluso el Banco de México recién corrigió su pronóstico de 2.3 a 3.0 por ciento. Mientras que la más reciente estimación promedio de los especialistas, levantada en una encuesta por el Banco de México, se ubicó en 3.0% y algunos de ellos ya prevén un incremento de hasta 3.5 por ciento.
El CEESP mencionó que la evolución de la economía ha sido significativamente mejor a lo que preveía la gran mayoría de los analistas y organismos internacionales, incluido el propio Centro.
Explicó que lo anterior se debe al resultado de un mucho mejor desempeño de la economía de los Estados Unidos, principal socio comercial, así como a los efectos aritméticos de comparaciones con cifras reducidas en 2022 y, simplemente “errores de pronóstico”.
Sobre los efectos aritméticos, explicó que en los resultados del Sistema de Cuentas Nacionales de México base 2018, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el PIB difiere sólo ligeramente de la previa con base 2013.
En los dos primeros trimestres del año el PIB creció 0.8% respecto al trimestre previo, dos y una décima de punto porcentual menores a las estimaciones con base 2013, respectivamente.
Además, reconoció que el origen principal del avance del PIB en el segundo trimestre provino del crecimiento de 0.7% en las actividades terciarias o del comercio y servicios, que generó el 45.5% del mismo.
Mientras que las actividades secundarias o industriales aportaron el 44.9% con un incremento de 1.2 por ciento.
A su interior, sobresale la incidencia de la construcción, que aumentó 6.5% y aportó el 42.2% al crecimiento total del PIB. “Sin duda, esto refleja el fuerte impulso de las obras de ingeniería civil relacionadas con los proyectos de inversión insignia del gobierno. Por ello, no significa un repunte de la inversión en general”, dijo el CEESP.