Con la experiencia de sus 61 años de vida, el escritor español Manuel Vilas sostiene que los seres humanos están solos y su más grande obsesión en construir relaciones de compañía, tema de su nueva novela: “Nosotros”.
“La epopeya más grande del ser humano es construir un nosotros, eso desde que nace hasta que se va de este mundo. Puede ser una familia, amigos o un perro, como me confesó el otro día un lector en una presentación en España”, aseguró Vilas en entrevista con EFE.
Considerado uno de los novelistas de habla hispana con la prosa más poética, Vilas presentó en México su nuevo libro, ganador del premio Nadal, que cuenta la historia de Irene, quien descubre una manera insólita de mantener presente al difunto, con arte y belleza en honor a su memoria.
“La conclusión de la novela es que todos estamos solos al final de la vida; nos inventamos cosas para pensar lo contrario, pero la vejez entraña soledad, morimos solos”, señaló.
Durante 365 páginas de la obra, editada por el sello Destino de la editorial Planeta, Irene aprovecha su riqueza económica para comunicarse con Marcelo, mientras viola las reglas sociales en viajes por España y fuera.
La novela explora los límites de las relaciones y filosofa sobre la soledad y la vida, a veces con reflexiones filosóficas como que vivir es ser esclavo del tiempo en el que uno vive o que amamos de los muertos aquello que somos nosotros.
POESÍA ESCONDIDA
Es Vilas un poeta con libros premiados, algunos traducidos al inglés, al francés, el italiano y el búlgaro, pero cree que la mayoría de los lectores no aprecian los poemas y esconde los suyos en los recovecos de su prosa.
“La poesía les da miedo y yo camuflo la mía en las novelas. No es algo nuevo, lo han hecho otros escritores como Juan Rulfo. En su novela ‘Pedro Páramo’ la poesía es fundamental; mi ejemplar de esa obra lo tengo todo subrayado por el impacto de las frases, son frases esculpidas”, confiesa.
Además del lirismo de la escritura, “Nosotros” gira alrededor del soneto de Quevedo “Amor constante, más allá de la muerte”, que unió en vida al matrimonio y le sirve de brújula a Irene en su obsesión por mantener vivo a su esposo.
“Quevedo es un leimotiv de la novela, una especie de mantra que se repite por ese soneto referido al deseo de vencer a la muerte a través del amor, una utopía. Pero también rindo honor a Luis Cernuda, un poeta español unido a México y a Federico Fellini porque su cine me apasiona”, revela.
El director de cine y guionista italiano es un personaje de la historia amigo del padre de Marcelo, un carpintero de los estudios Cineccità, en Roma, donde trabaja con el guionista.
“Quise hacerle un homenaje a Fellini y la manera en que un escritor hace un homenaje es convirtiendo al homenajeado en personaje de su obra”, comenta.
AMOR AL DINERO
Irene necesita gastar grandes sumas de dinero, en sus viajes con el espíritu de su marido, una estrategia de Vilas para destacar la importancia en el mundo de hoy de contar con una solvencia económica.
“Que el dinero sea tan importante en la vida es lo que también he querido reflejar en esta novela. Una pareja que se conoce necesita dinero para pagar la cuenta del restaurante y si se van a vivir juntos, deben trabajar para pagar la casa, por tanto el dinero es fundamento en cualquier historia de amor”, dice.
Eso no empaña la obsesión de la protagonista por salir adelante en una epopeya que dura muchos años para mantener el “nosotros” con su marido.
“Es paradójico el comportamiento de ella y el lector deberá decidir si lee una fantasía y es algo real. La idea del nosotros es la clave, cuando tuve el título, supe que tenía la historia”.